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miércoles, 3 de abril de 2013

Ojos de brujo

Hace ya tres meses (¡Virgen!) hablaba de qué características me gustarían para un trasfondo de magia y precisamente hace un par de días tuve una idea que encaja bastante bien. Lo llamo "ojos de brujo" porque de alguna forma hay que llamarlo y porque en buena medida me la inspiró cierto elemento de Hora de Aventuras:

El mundo a través de los ojos del Rey Hielo.
El concepto de que haya más de un plano de existencia no será ajeno a los lectores frecuentes de este blog, así que vamos a ir directos al grano y plantear que hay dos planos que se superponen. El nuestro es el material y el de esas cosas es el astral, por ponerle un nombre.

Bien, pues en mi idea, esas cosas son hechizos. Hechizos potenciales que andan por ahí flotando. Como llamarlos "hechizos" va a llevar a confusión prefiero recurrir a nuestra amiga la crasis y llamarlos "bichizos". Bien, como digo, son hechizos potenciales, pero estos solo entran en juego si un bichizo aparece en el plano material, ya que su manifestación no es la misma que en el plano astral, sino que por ejemplo un bichizo que en el plano astral es pequeño y rojo, en el plano material aparecería como una llama. No es necesario ni siquiera que se manifiesten de forma física en el plano material, a lo mejor se manifiestan como una habilidad o una sensación o algo así.

La pregunta que surge es cómo hace un bichizo para aparecerse en el plano material. No es tarea fácil y normalmente no están por la labor, así que hay que obligarlos. Y los que se encargan de esto son los hechiceros. Con entrenamiento (o mucha, mucha predisposición natural) son capaces de existir en ambos planos al mismo tiempo, coger bichizos y llevarlos al plano material para que cumplan sus designios. Por eso los magos dicen palabras extrañas y hacen gestos raros cuando preparan un conjuro, están llamando e intentando cazar al bichizo adecuado. Por eso gran parte del entrenamiento pasa por saber identificar (o al menos intuir) qué hace cada tipo.

Pero un hechicero no puede depender solo de los bichizos que se encuentre. Bueno, en realidad sí, pero los que lo hacen no tienden a vivir demasiado tiempo, por eso hay que buscar métodos para conseguir un poco de seguridad. El principal de ellos es encadenar bichizos a un objeto mágico, cuando se dan las condiciones necesarias (ponerse el anillo, blandir la espada, cruzar la puerta, decir unas palabras mágicas, frotar la lámpara...) el vínculo transporta momentáneamente al bichizo a este plano para que su efecto funcione. Por eso los magos van por ahí con tantos talismanes y buscan varas cada vez más largas y complicadas. Aunque también tienen la posibilidad de atraerlos mediante rituales y cosas similares.

Pero ojo, a los bichizos todo esto no les hace nada de gracia, ya que por lo visto estar en el plano material les produce un agudo sufrimiento, aunque sea solo momentáneamente. Por esto los que sean ligeramente inteligentes se esconderán o huirán del mago, los más poderosos podrán intentar engañarlo o incluso atacarlo. Como imaginaréis puede haber bichizos tremendamente poderosos a los que no se puede obligar a ir al plano material, sino que hay que pactar con ellos o derrotarlos con mucho esfuerzo, pero el efecto que producen es poderoso en la misma medida. Los magos tienen que andarse con pies de plomo, ya que como están también en el plano astral, son físicamente susceptibles de recibir ataques de los bichizos.

Ahora que lo tengo más o menos planteado, vamos a echar un ojo a cómo cumple las expectativas de diseño de la otra entrada.

  • Los conjuros hacen cosas simples y/o raras, pero limitadas. Bastante, sí, teniendo en cuenta que cada bichizo solo tendría un efecto por poderoso que fuera. Además, raros serían un rato, ¿habéis visto qué cosas?
  • Cada conjuro es un tesoro. Esto no termina de cumplirlo, pero hace un gran trabajo individualizando los conjuros. Todos estos bichizos necesitarían sus propios trasfondos, capacidades y probablemente motivaciones. Parece la mezcla perfecta entre bestiario y grimorio.
  • La magia tiene un precio, pero no para el mago, sino para el mundo. A lo bichizos no les gusta nada que los lleven al plano material, así que ese es el precio que pagan. Tienen buenas razones para odiar a los hechiceros.
  • La magia no es un don, sino una disciplina peligrosa. Como ya he dicho, aprender a cambiar de plano, coger bichizos y vincularlos a objetos son habilidades que se aprenden con mucho esfuerzo, será raro que alguien tenga un don natural, y aun con él hará falta que alguien le enseñe a manejarlo.
  • Objetos encantados y artefactos de poder. Dije que plantearía la dicotomía y lo mantengo. Los objetos encantados son de bajo nivel y relativa frecuencia, simples receptáculos de conjuros con bichizos menores. Los artefactos de poder en cambio contienen bichizos superiores que han sido vinculados a ellos con mucho esfuerzo y probablemente algún fin concreto, tal como me lo imagino, la corona del Rey Hielo probablemente tendría un enorme bichizo de hielo vinculado, sentado sobre su cabeza, susurrándole al oído para volverlo loco...
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

6 comentarios:

  1. ¿Has leído la saga de la tierra moribunda de vance? El sistema de magia es parecido al que propones y es en el que se baso el dungeons sin explicarte nada sobre lo de atrapar los bichizos y porqué te olvidas de los conjuros cuando los lanzas.

    También el sistema de.Elric con sus demonios atados te puede inspirar.

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    1. Sí, conozco ambas obras. En la primera basé mis objetivos y en la segunda buena parte del resto de la conclusión.

      Como bien indicas sí es bastante parecido a la magia vanciana, pero con los bichizos quería intentar darle algo de sabor particular (y surrealista) al asunto. Además es una buena forma de darle más trasfondo a la magia.

      El problema ahora que lo pienso es que quizá por eso se haga difícil combinar en mesa los dos planos y puede que lo mejor fuera jugar solo con magos. Um...

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  2. Mola, recuerda a las invocaciones del FF y demás. Quizá no lo aplique al 100%, pero lo de crear grandes concentraciones mágicas que acaben por desarrollar una conciencia no es mala idea.

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    1. Sí, es buena idea, pero la diferencia es que ellos aquí son toda la magia que hay.

      Quizá sea por deformación profesional de rolero, pero nunca me terminan de convencer las explicaciones de la magia como una especie de energía rara que algunas veces sigue normas y otras veces hace las cosas... porque las hizo un mago. Por eso suelo preferir o bien un trasfondo que cubra toda la magia que puede haber (como esto) o que la magia simplemente sea algo extraño, misterioso y muy ligado a la superstición como en La puerta de Ishtar.

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