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jueves, 16 de mayo de 2013

Casticia: Sierras de Nuestra Señora


He pensado en empezar a hacer las distintas regiones más en detalle. Empezamos con las Sierras de Nuestra Señora porque sí, porque es el sitio del que más ideas tengo.

En el esbozo de mapa (sección del que se podía ver en esta entrada), se pueden ver sus principales características geográficas. Es una tierra de valles, pero escarpada al sur y no poco boscosa. Como está al norte de Casticia, suele hacer frío.

La mayoría de las personas son gente normal, aunque especialmente piadosa, pues la Virgen y los Santos (así como todo tipo de demonios), parecen tener especial predilección pro aparecerse en estos parajes. De hecho las tres mayores ciudades son la sede episcopal y las dos abadías.

Yerta es la capital, donde tiene su cátedra el obispo de las Sierras (aunque pasa del asunto y su arcipreste lleva el mando) y el gobernador imperial, enviado desde Esvilia. Es, claro la mayor ciudad de los contornos. Por debajo están las abadías, San Modesto solo de hombres y la de Santa Lorenza Jordana solo de mujeres, convenientemente cerca de Dramatia para que las familias más poderosas metan a sus hijas en un convento como es debido. Por supuesto el resto del lugar está salpicado de toda clase de aldeas, pequeños monasterios, capillas, cuevas de hermitaños, fortificaciones...

Entre estas últimas destacan dos, por ser los señores no religiosos más poderosos del lugar (no olvidemos que obispos y abades tienen la misma potestad militar que los nobles) y por lo llamativo de su naturaleza: uno de ellos es Don Amor, señor del placer sensual, embaucador y aliado de Venus, que tiene su castillo en el paso que lleva a Dramatia, por donde gusta de causar revuelo. Sus dominios se alargan hasta buena parte de las llanuras y forestas del norte, donde todo tipo de animales de caza y ganado le rinden pleitesía. La otra es Doña Cuaresma, señora de la mesura y la abstinencia, que domina las marismas de la bahía, donde reposa su ejército de peces y criaturas acuáticas.

Porque sí, los animales son inteligentes en las Sierras y frecuentemente son tal y como nos los presentan las fábulas. Zorras listas, asnos necios, leones orgullosos... Porque no hay león más orgulloso que el señor de la Selva, donde tiene su feudo y solo admite como vasallos a animales.

Al este las montañas dividen las sierras del Marquesado. Las montañas y el peligroso bosque de los anarquistas, donde se reúnen aquellos que reniegan de toda forma de poder establecido para tramar contra el Estado y la Iglesia. Esto es un problema cuando deciden hacer incursiones al este, quemando cualquier cosa que huela a iglesia.

Las Sierras propiamente dichas están al sur y hacen de límite con Esvilia. Son además territorio salvaje, habitado por serranos y serranas no del todo civilizados, de rudas maneras en todas las cuestiones, especialmente el amor. Además, bien sabido es que son medio paganos y no terminan de gustarles los forasteros. Aunque otros dicen que el problema es que precisamente les gustan demasiado...

Los goliardos no son una visión nada infrecuente en estas tierras, pues se producen clérigos y vino en demasía y ya se sabe que siempre son buenos compañeros, no solo durante la eucaristía. Van por ahí cantando a cambio de unas monedas, molestando a todo el mundo y huyendo de la justicia, que no duda en perseguirlos.

También podemos encontrar las famosas trotaconventos, alcahuetas que van de ciudad en ciudad, aldea en aldea, convento en convento, buscando mozas dispuestas a complacer a sus clientes, a los que una vida ocupada o unos aparentes votos de celibato les impiden ocuparse ellos mismos de estos menesteres...

Todo tipo de ladrones también se pasean por estas tierras, asaltando caminos y robando iglesias, cosas que suele acarrearles más quebraderos de cabeza que otra cosa, ya sea con la justicia de los hombres o la del cielo, hecha en la Tierra. Claro que la primera siempre es más sencilla de burlar, sobre todo cuando el juez es un mono y el demonio está de tu parte (aunque solo hasta cuando le convenga).

Porque los santos y los demonios también campan a sus anchas por el lugar, y lo mismo puedes encontrarte con un ángel que finge ser un mendigo que con un demonio que finge ser un ángel. Siempre es mejor encomendarse a Dios y acelerar el paso, no vaya a ser...

Tales son las maravillas de estas tierras y como las vi se las refiero. Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

2 comentarios:

  1. Muy interesante pensaba que el obispado más importante de Casticia podría estar aquí. ¿Está más al sur, entonces?

    Espero la próxima edición de este atlas :D

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    1. Probablemente su puesto sea el segundo, la mayor catedral está en Esvilia, después de todo. xD

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