Páginas

viernes, 14 de septiembre de 2018

Algo de historia del mundo de Mötor Mäiden

Saludos, muníficos lectores.

He ido dejando aquí y allá trozos de la historia de Insuranda (el mundo que sirve de ambientación a Mötor Mäiden, mi juego de fantasía diesel), pero he pensado que ya va siendo hora de dar una idea general de cómo se desarrollaron los acontecimientos en el pasado. De modo que ahí va un breve repaso de la historia de Insuranda hasta la fecha.

Fuente

Era de la Oscuridad

En este tiempo los humanos eran poco más que animales mientras las civilizaciones de otras especies florecían y los ponían bajo su férula. Pero tras milenios, los cielos cambiaron, los seres más terribles se extinguieron poco a poco, las civilizaciones inhumanas retrocedieron y el ser humano pudo medrar.

Los horribles dioses preatoranios se volvieron viejos y débiles, de modo que el joven y poderoso Gran Dios de Atorán apadrinó a los hombres y, junto con aquellas deidades que le juraron lealtad, desterró a los antiguos dioses y sus servidores inhumanos.

Era de la Gloria de Atorán

Unos 800 años antes de la fecha en la que se sitúa Mötor Mäiden se funda Atorán en el lejano norte. El Gran Dios, tomando la forma del Primer Avatar, hace surgir la ciudad de las aguas y grava la profecía de que esta quedará deshabitada en 356 años.

El Gran Dios no volverá a encarnarse, dejando la ciudad al mando de dioses menores encarnados.

Durante estos tres siglos y medio la civilización humana se extiende por el mundo con el Imperio Atoranio en cabeza, los no humanos son sometidos o llevados a la extinción, y la ciencia progresa hasta su cénit.

Hasta que ocurre el Cataclismo: Atorán vuelve a hundirse en las aguas, su Imperio se desintegra presa del caos y el hemisferio norte de Insuranda queda sin estrellas en su cielo nocturno y casi inhabitable.

El Segundo Gran Avatar lidera a los humanos hacia el hemisferio sur: muchos atoranios, pero sobre todo semibárbaros de las fronteras del Imperio.

Era del Hierro y la Sangre

En el hemisferio sur, apenas explorado por los atoranios, los humanos se dan de bruces con la Desolación de desolaciones, el gran imperio dracónido de Tifón y Equidna, un remanente de la Era de la Oscuridad. El mandato del Segundo Gran Avatar es claro: ninguna nación humana sufrirá bajo el mandato de los monstruos.

La guerra se alarga décadas y consume la mayoría de lo que los humanos habían podido salvar de la desaparecida Atorán, pero aun así vencen encerrando a Tifón y enviando a Equidna a la órbita de Insuranda.

En las cien mil islas del hemisferio sur la humanidad vuelve a dividirse y enfrentarse. Todo se convierte en un mosaico de estados frecuentemente en guerra.

Entre ellos aparece un gran imperio que más tarde será el germen de la Coesfera y es donde se funda el Celestialismo por parte del Tercer Gran Avatar, que declara su imperio como heredereo de Atorán.

Al otro lado del mundo una heroína considerada como la Tercera Gran Avatar resuelve disputas entre brujas gorgonas, ayuda a cimentar reinos humanos en la zona y, tras su ascención a los cielos, sus herederos comienzan una campaña de expansión que dará lugar al Pacto de Auzer.

El gran imperio cae y el Celestialismo y los señores de la guerra de los Estados Núcleo toman su lugar. Tras perder territorios en el oeste, dirigen su mirada al oriente, donde empiezan a presionar sobre el Reino del Sol.

Death Ocean se funda unos doscientos años antes de la fecha actual y aprovecha el caos para convertirse en la mayor nación pirata de la historia.

El Imperio trasgo aprovecha también por esos tiempos para tomar su isla y afianzarse en el poder.

Era de la Nueva Luz

Hace unos cien años Torsten von Eichenhain, emperador de los Estados Núcleo y Cuarto Gran Avatar (o antiavatar, según el Pacto) funda la Coesfera tras una serie de guerras de reunificación y anexiones pacíficas al nuevo estado. Tras unos veinte años, la hipernación estaba configurada tal como la conocemos hoy en día.


Por supuesto todo esto es trabajo en progreso, así que es bastante probable que los datos bailen en el futuro. ¡Además de que esto es solo un resumen! Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Una limosna para la cruzada: