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viernes, 28 de septiembre de 2018

Azagaros, los amos de las serpientes

Saludos, muníficos lectores.

Los azagaros son la raza antigua y retorcida que constituye la principal amenaza en Avarnia Meridional, la campaña abierta que me hallo dirigiendo.

Antaño eran una raza esclava de poderes antiguos, pero lograron su libertad mediante revueltas y, sobre todo, horribles rituales que dieron acceso a los poderes del Caos al mundo. Con el poder de la magia negra y sus legiones de hombres bestia, pronto se apoderaron de casi toda Vicumena, el mundo conocido.

La ciudad donde comenzó todo y se convirtió en centro de su imperio fue Azgar, en las costas orientales del mar taryano. De ella procede su nombre.

Algunos llaman "hombres serpiente", pero el título que ellos adoptaron al alzarse con la supremacía fue el de "aquellos que gobiernan los seres que se arrastran" en su idioma. Los amos de las serpientes.

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Suelen ser altos y esbeltos, por lo que se les podría confundir con elfos, si no fuera por su extrema palidez y sus rostros siempre retorcidos en un gesto de ira. Son longevos, grandes marinos y fuertes en la guerra, a la que acuden con vistosas armaduras labradas, pero sobre todo son maestros de las artes más negras de la brujería del Caos.

Pero mientras fundaban sus factorías por las costas del mundo y sometían a las razas del interior, como los humanos y enanos, los dioses de la Ley no tardaron (en términos cósmicos) en descubrir la nueva infección del Caos, por lo que empezaron a inspirar a profetas de sus cultos y esto sería la semilla de poderosos imperios humanos.

De entre ellos fueron los Taryanos los que expulsaron a los azagaros de sus colonias en el mar interior conocido como Mar Azagaro y, ahora, Mar Taryano, en cuyas orillas meridionales se asienta el reino avarno.

Ante el acoso de los humanos y la desolación de Azgar, muchos de esta raza retorcida se refugiaron al sur del continente negro de Asaria, al otro lado de la zona tórrida, cruzando el Mar de los Monstruos en sus enormes arcas negras.

Un mapa de los alrededores de Avarnia Meridional. Click para verlo más grande.

Otros mantuvieron pequeños reinos en los rincones aislados del mundo, pero sus dominios que más resistieron fueron Zomar, tierra de junglas inhóspitas y encantadores de serpientes, y Dushrat, el país regado por la Gran Serpiente, el enorme río ponzoñoso que cruza el este de Asaria. No obstante, en este último cayeron no a manos de la ley, sino por las revueltas de sus esclavos humanos y hombres bestia, que se alzaron en rebeldía y fundaron su propio reino del Caos.

Pues esta es la mayor debilidad de los azagaros: aunque individualmente poderosos, son pocos y dependen de ejércitos de esclavos, clientes y vasallos que no pocas veces tratan de sacudirse la férula de sus crueles amos. Además de que nunca han sido un imperio unificado y sus reyes brujos siempre se hallan compitiendo los unos contra los otros.

Por esto los azagaros asarios tuvieron que pasar siglos ocultos en el sur y recuperándose, afianzando su poder entre los reinos de las gentes de piel de ébano, antes de volver a poner proa al norte. Y esta era en la que impera el Caos y los imperios de la Ley se han corrompido y debilitado es la que han escogido para retornar.

Ahora las velas negras como el hollín de sus arcas de guerra aparecen desde el oeste del mar Taryano y sus amos azagaros toman islas con sus hombres bestia y soldados de piel oscura traídos desde el sur. A día de hoy amenazan incluso la gran Kisselia, granero de Tarya.

Y con sus argucias traman con reinos neutrales como el Imperio Kalimpa para acosar a Avarnia desde el sur y planear su invasión a través de las rutas del Gran Desierto, hogar de los úmiras azules.

Mientras tanto, amenazan a reinos legales menores, como Axinam, en el corazón de Asaria donde las fuentes del Río Serpiente aún son puras, pero que se halla atrapado entre el yunque de los azagaros zomaranios al este y los asarios al oeste.

Y por supuesto los largos y pálidos dedos de azgar juegan con innumerables paises como títeres ofreciéndoles poderes oscuros con un elevado precio, entrando en contacto con cultos del Caos, aliándose con hombres bestia o despertando poderes antiguos.

Roguemos para que los dioses de la Ley finalmente otorguen a los habitantes de Vicumena la fuerza para rechazar y destruir para siempre a estos tejedores de mentiras, amos de serpientes de lengua mentirosa.

Gracias por leerme. Gracias por leerme. Valmar Cerenor!
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