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miércoles, 3 de abril de 2019

Hermandades militares de Avarnia Meridional

Saludos, muníficos lectores.

En los territorios que baña el mar Taryano (entre ellos el reino de Avarnia, por supuesto) no existen realmente las órdenes de caballería, que incluso en nuestro mundo eran en buena medida fruto de la fantasía o clubes nobiliarios.

En estos regímenes feudales los caballeros normalmente se ponen al servicio de un señor de forma permanente a cambio de manutención y tierras. Y, por supuesto, ellos junto a sus mesnadas y hombres de armas. Y esto, junto a milicias locales y guerreros de los cultos militantes de la ley suelen formar el grueso de las fuerzas de los distintos reinos y regiones. Pero también están los jinetes libres.

No hay suficientes posiciones permanentes para todos los caballeros, por lo que también existen los jinetes libres: nobles segundones, venidos a menos u hombres capaces de pagar un caballo, armas y una paga para sus seguidores.

Al contrario que otros nobles, rara vez tienen rentas a su nombre (si acaso, algún mísero palomar o un molino fortificado como mucho), por lo que viven constantemente de la guerra como mercenarios, si bien detestan ese nombre y suelen tratar de distinguirse de las para ellos vulgares compañías de mercenarios.

Los jinetes libres prefieren rodearse de cierto grado de romanticismo como guerreros que viven en los márgenes de la sociedad y llevan a cabo grandes gestas; muchos parten de aventuras con sus mesnadas cuando no hay guerras, por lo que también reciben el nombre de caballeros errantes. Y, por supuesto, se guardan mucho de que los juglares presencien o al menos tengan noticia de sus hazañas: esa publicidad no tiene precio.

Por otra parte, al carecer de más señor que el propio rey por defecto, no tienen a nadie que los proteja individualmente personalmente frente a los desmanes de los grandes nobles, por lo que suelen organizarse entre ellos en hermandades militares para defender sus intereses. Esto es lo más parecido a las órdenes de caballería. Suelen tener códigos de conducta y requisitos de acceso, compartir símbolos y tener reuniones con cierta frecuenta para discutir sus asuntos.

Y estas son algunas de las más fáciles de encontrar en Avarnia Meridional.

La Hermandad del Pegaso es una hermandad militar de carácter bastante internacional: su núcleo de operaciones está en el corazón del imperio Taryano en Gaudarea (en la orilla norte), pero tiene ramas regionales que se extienden incluso hasta el lejano sur. A pesar de que no es una regla escrita, tienen tendencia a no admitir a guerreros que no sean gaudareanos o al menos ascendencia, como los avarnos. Su símbolo es, por supuesto, un pegaso y suelen lucir alas en sus yelmos. Los más valientes entre ellos acuden realmente a las montañas donde habitan los caballos alados para hacerse con uno como montura.

La Hermandad del Agua Roja está formada principalmente por jinetes libres de Avarnia, pero también se les unen guerreros de otros lugares de la costa de los Bárbaros, al norte de Asaria. Su nombre proviene de las batallas libradas durante las guerras contra el reino caótico de Dushrat: según se cuenta, la sangre era tanta que todo el gran delta de la Gran Serpiente se tiñó de rojo. Tras la campaña, los jinetes libres hicieron un juramento de hermandad eterna y establecieron su sede en Elefantina, capital de Avarnia. Su color favorito es el rojo, por supuesto, y en su estandarte fraternal figura un río rojo en el que fluyen cabezas y miembros cortados de hombres bestia.

La Hermandad Parda, por último, está formada casi exclusivamente por hombres libres de etnia úmira, al contrario que nobles, y es la única originaria de Avarnia Meridional, con su sede en Lóvaraz. Su estandarte fraternal representa a un leopardo y un dromedario rampantes y enfrentados. Por supuesto, de entre las hermandades militares, ninguna la supera haciendo la guerra en el desierto.

Los guerreros de buen nivel harían bien en mantener un ojo abierto. Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

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