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viernes, 26 de julio de 2019

La villa de los cultistas | Avarnia Meridional reporte 23



De vuelta en agosto, la compañía del Oso, tras derrotar a unos trasgos y bandidos se dirigió hacia el sur, siguiendo el curso del Salúhn, en busca de aventuras. En concreto, habían oído rumores de una villa en ruinas que había sido ocupada por cultistas del Caos y tenían planes de darle una buena limpieza.

Así llegaron hasta Nolvunt, una aldea de pescadores próxima a orillas del gran río. Pero antes de arrivar a la aldea en sí se encontraron un peculiar espectáculo: un pescador quejándose por su mala suerte que navegaba de vuelta a la ribera. Al parecer, en el río habían aparecido hacía un tiempo bancos de horribles peces que devoraban la pesca y eran totalmente incomestibles, como los propios alguaciles pudieron ver al abrir uno de ellos, completamente lleno de icor negro.

Sospechando que se trataba de la obra de los cultistas de la villa no esperaron a poner rumbo hacia allí al día siguiente. Claro que por el camino cruzaron por una zona de arroyos y cañaverales donde los esperaba un antropótamo que los recibió a pedradas. Una de estas casi mata a Gundric, el montaraz, por lo que decidieron volver a la aldea a descansar unos días y lamerse las heridas. Ya habría tiempo de volver para acabar con la bestia...

Dando un largo rodeo a la zona de cañaverales, llegaron por fin a los alrededores de la villa, antaño una próspera granja, ahora solo unas ruinas del edificio principal, construido en piedra y ladrillo. Una investigación preliminar por parte del ladrón Vikarus confirmó que estaba llena de señores con túnicas negras y "ochos" dibujados en la frente, por lo que prepararon el asalto, sesguros de que eran cultistas.

Confiando en su sigilo el grupo completo trató de escabullirse al interior, no obstante, el mago Averagus, que se hacía pasar por uno de ellos, fue descubierto y, cuando le instaron a ir a ver al prior con ellos, el resto del grupo no vio más opción que atacar.

Se siguió un combate en el que el culto trató de rodearlos, por lo que ellos se subieron rápidamente a un tejado para poder defenderse mejor. Tan efectiva fue la táctica que los cultistas, viéndose acosados por una lluvia de flechas y magia, corrieron a ponerse a cubierto en otra parte del edificio. Entre tanto, por el patio, vieron la figura del prior escapando desde sus dormitorios para esconderse en lo que debía ser la capilla.

Lo siguieron, confiados en que los cultistas que dejaban a sus espaldas no se atreverían con ellos (y así fue). No obstante, al entrar en la capilla del Caos, el guerrero Azûlay notó una presencia que se rebeló como un espectro al atacarlo, por lo que prendieron fuego a todo para acabar con él y este empezó a extenderse.

Más tarde, entre las llamas, hallaron el cuerpo del prior, que probablemente había intentado usar sus poderes para asustarlos, con terribles consecuencias para él.

Tras esto acudieron al refectorio donde los cultistas se habían hecho fuertes y los ahogaron usando el conjuro de agua de Osuin, pero no antes de que Azûlay cayera asaeteado cuando intentó cargar hacia el interior. No obstante, quiso la providencia que sobreviviera con unos meses de descanso.

Tras esto consiguieron rescatar cofres del incendio que contenían tesoro, objetos del culto, unos misteriosos viales con una sustancia oscura y unas reliquias del Caos que destruyeron de vuelta en Nolvunt junto con todos los objetos que no fueran de valor. Las túnicas consiguieron colocárselas a un comerciante de paso que les dio el precio mínimo aduciendo que "sí, la seda esa buena, pero va a llevar trabajo quitarles los bordados del Caos".

Pero los alguaciles estaban inquietos, pues antes de que llegaran a la aldea habían notado una presencia a sus espaldas y un misterioso jinete negro que los estaba observando se perdió tras una colina al notarse descubierto.

Una vez más se ha cumplido la justicia del duque y sus tierras son ahora algo más pacíficas. Así Légobar, el juglar más rápido de Avarnia Meridional, se apresura a consignarlo en verso vulgar. Muchas gracias por leerme. Para más info sobre Avarnia Meridional consultad el índice de entradas. Valmar Cerenor!


Ah, y he aquí un mensaje del Gran Maestre de la Orden del Hacha Naranja:

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