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miércoles, 25 de septiembre de 2019

Conocidos y relaciones en la ciudad

Saludos, muníficos lectores.

Reckila, el noble portaestandarte de la Orden del Hacha Naranja, me pidió que hablara de las diferencias estructurales entre dungeon/hex crawl y urban crawl. Pero como eso es como comparar una vaca con una cabra y otros ya lo han hecho mejor que yo de todas formas, prefiero mantenerme en el espíritu de su petición (que él mismo está planeando una campaña urbana) haciendo algo que creo que le va a ser útil y pone el énfasis en el elemento más vital de una campaña urbana: la gente.

Todos tenemos una idea de que hay personajes no jugadores que se llevan mejor o peor con los PJ, pero a menudo es difícil que eso se vea reflejado de forma consistente en el juego. ¿Qué beneficios me aporta realmente hacerme amigo del príncipe de Lasalpa? Y, como director, ¿qué tengo que preparar para que mis jugadores sean más proactivos a la hora de interactuar con los personajes y establecer relaciones y cómo puedo hacer interesante en mesa el tratar con ellos? Solucionar esas dudas de forma práctica es uno de los objetivos de esta entrada.

A la hora de crear una mecánica para potenciar un comportamiento en la mesa, una de las primeras preguntas que debemos hacernos es: ¿qué sacan los jugadores si sus personajes interactúan con esta mecánica? En nuestro caso, los PNJ aportan tres cosas a los jugadores: información, ayuda (recursos o servicios) y acceso a otros PNJ.

Y, decidido esto, hay que ver qué es lo que impide a los jugadores conseguir esos beneficios: el desafío. Al estar creando este sistema para que modele relaciones interpersonales, mi idea es la siguiente.

Cada PNJ tiene una escala de cuatro grados: (1) conocido, (2) contacto, (3) vínculo y (4) relación. En cada nivel de la escala, el conocido ofrecerá potencialmente beneficios mayores, pero “subirlo de nivel” requiere dedicación (tiempo y ganas) y puede haber obstáculos adicionales entre niveles.


Los pasos de la escala

Un conocido es solo una persona a la que has visto, sabes quién es y quizá habéis intercambiado saludos y algunas palabras.

Con un contacto hay una relación de interés. Es un dar y recibir, básicamente, y para llegar a esta normalmente solo es necesario haber tenido algo más de interacción con un conocido. La inmensa mayoría de PNJ están en este nivel: piensa que no es solo lo que entendemos normalmente por contacto, también incluye un herrero al que vayan frecuentemente, su confesor, los mercenarios que contratan, un patrón, etc. También entrarían aquí personas con las que se comparten objetivos o algún tipo de convivencia, pero no un vínculo muy personal, como compañeros de trabajo o vecinos.

Con tus vínculos, no obstante, tienes algo personal. Los personajes y el PNJ han hecho algo juntos que los ha unido o los personajes le han prestado un servicio tan personal que el PNJ está en deuda con ellos o algo similar. Lo más importante para llegar a este punto, no obstante, es que lo que haya pasado haya acontecido durante el juego. Amigos, amantes, patrones dedicados o hirelings entrarían en esta categoría. Si un contacto te ofrece lo que ofrecería a cualquiera, es probable que un vínculo ofrezca beneficios adicionales y que vayan desinteresadamente en ayuda del PJ si hace falta (o poco interesadamente).

Por último una relación está basada en algún tipo de amor: romántico, familiar (o casi, como dos amigos que son como hermanos), de maestro y discípulo, una fuerte devoción entre un clérigo y su dios, etc. Esta relación es la más personal y puede que no reporte más beneficios que un simple vínculo, pero lo que sí aporta siempre es que el PNJ hará todo lo que esté en su poder para asegurarse del bienestar y la seguridad del PJ. Si los gnols te capturan, tus relaciones son las que harán todo lo posible para reunir dinero para tu rescate.


Fuente
Recursos

Información. En una campaña tipo sandbox, donde mejor funcionaría este sistema, lo normal es que los PNJ te puedan dar rumores sobre un tema concreto según acontezcan o estén bien enterados de los movimientos de alguna facción. Además, tener contactos de verdad con nombre y apellidos es mejor que dejar caer rumores aleatorios que llegan a los oídos de los PJ por arte de magia. Y el otro tipo de información importante, especialmente en una ciudad, son secretos que solo revelarán voluntariamente en niveles más altos de la escala, incluso solo como relación.

Ayuda, como dijimos, es en esencia servicios y recursos. Si el PNJ tiene una profesión concreta, lo que pueden aportar en el nivel de contacto puede ser obvio, pero también es posible que a niveles superiores ofrezcan descuentos o mejores servicios o tengan habilidades de las que los PJ no sabían que puedan poner a su disposición.

Por último, dar acceso a otros PNJ juega con el hecho de que la ciudad es una tela de araña de relaciones: no solo por la interconexión, sino porque hay distintos estratos. Muchos PNJ deberían estar a un nivel superior que el simple nivel de calle y solo se podría acceder a ellos como conocidos si antes conoces a la gente apropiada (o por azares del destino, por supuesto). En ese sentido, es posible que un contacto esté dispuesto a presentarte a ciertas personas, pero necesites un vínculo para que te presente a otras (como el líder de su culto mistérico).


Obstáculos

Pero otra cosa a tener en cuenta a la hora de subir es que puede que haya dificultades adicionales u obstáculos a la hora de alcanzar niveles superiores. Un noble puede tener fuertes prejuicios contra todos los que no lo son y es difícil lograr un vínculo con él. El amor de uno de los PJ puede tener problemas a la hora de tener relaciones fuertes, por lo que llegar a vínculo con ella no es difícil, pero evitará activamente al personaje si intenta ir más lejos. A lo mejor es algo externo como el miedo a que la conjura de la que forma parte sea descubierta o ponga en riesgo al PJ.


¿Qué preparar?

De este modo, ¿qué necesitas a la hora de preparar un PNJ?
  • Decidir quién es, a qué se dedica y tener una idea general de cómo es y qué quiere. Lo que viene siendo lo normal para un personaje. Tampoco te mates, es probable que no sobreviva al primer encuentro con los PJ o que lo ignoren por completo.
  • Decidir qué puede aportar a los PJ, al menos como contacto y como vínculo (si es que puede aportar algo en absoluto).
  • Decidir si hay obstáculos para que se convierta en contacto o vínculo con los PJ.
Ni te plantees qué hace falta para llegar a Relación en el momento de crearlos, pero sí si ves que tus jugadores empiezan a interesarse por el personaje.


Lealtad

Y recuerda que sigues teniendo que dar la ilusión de que son personas. Cuanto mayor es la relación, más esperarán de los personajes y, si en algún momento se sienten traicionados, es más o menos probable que se nieguen a ayudarte hasta que hagas algo para resarcirte. O puede que incluso te abandonen completamente. Por suerte en los juegos de la vieja escuela ya hay una mecánica para determinar eso: la lealtad. Generalmente solo se usa para mercenarios, pero es muy fácil de adaptar para nuestros propósitos. Cada vez que un PJ falla a un PNJ deja una nota en los apuntes que tengas de ese PNJ: la próxima vez que el PJ necesite algo de él, haz una tirada de lealtad para ver si se muestra colaborativo o no. Del mismo modo, si el PNJ está en una situación en la que puede obtener beneficios a expensas del PJ, tira para ver si lo hace.

Como recomendación, los contactos podrían tener una lealtad de 7; los vínculos, de 9; y las relaciones de 11 (la idea es tirar 2d6 y sacar menos). Y las tiradas de lealtad fallidas por algo que haya hecho el PJ reducen en un punto la lealtad general. Pero, al contrario, si el PJ hace algo por el PJ, la lealtad aumentará en un punto si supera una tirada. Por supuesto, todo esto queda a la discreción del director.


¿Es este sistema una cura para los murderhobos?

Me alegra que me preguntes eso, voz en mi cabeza. Desde luego es una buena forma de hacer que los personajes tengan vínculos con el mundo y estén algo más asentados: simplemente empieza el juego dándoles unas cuantas relaciones o vínculos. Al principio probablemente los vean como recursos de los que echar mano, pero no olvides recordarles que pueden perderlos si no devuelven o lo que reciben o si sus acciones hacen que no quieran tener que ver con ellos. Has traído la deshonra a nuestro nombre, hijo…

Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

Este post ha sido hecho posible por los nobles miembros de la Orden del Hacha Naranja.

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