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lunes, 27 de febrero de 2012

Deidad: tríada vestessia

Hoy voy a probar algo distinto: dedicar la misma entrada a tres dioses con tanta relación que en gran medida es difícil tomarlos por separado. Son, por cierto, de creación propia.

En las tierras occidentales de Vestes los pueblos que la habitan adoran a una tríada de dioses que se corresponden con los tres estadios de la rueda de creación, conservación y destrucción.

Carja

La señora de la creación es Carja, guardiana de la tierra y los bosques, la amada por los elfos y patrona de los cazadores.

Es especialmente adorada por los elfos en su aspecto de señora de los bosques y por los medianos en su aspecto de diosa de la fertilidad. Aunque en este aspecto cualquier vestessio que trabaje con la tierra o los animales debe recordar a quién debe sus dones.

No tiene templos sensu stricto ni un clero regular. Se la adora en pequeños santuarios en los campos, los bosques o la cima de las colinas. Cuando llega la hora de sus ritos, normalmente marcados por el paso de las estaciones o las fases de la luna, es la madre de la casa o una mujer de especial consideración la que encabeza las celebraciones y ofrendas en su honor.

Aunque su faceta más difundida es la de la diosa virgen que recorre los bosques desnuda o apenas cubierta por una pudorosa tela, también se la puede representar en la forma de esposa/madre o de anciana, debido a su calidad de diosa lunar y otros factores. A menudo cuando se la representa como esposa es en detrimento de su propio culto, uniéndola a cualquiera de los otros dos dioses. Como anciana puede competir con Cerenor como protectora de la sabiduría.

Aunque suele ser una diosa benigna, sus ritos pueden ser pervertidos desposándola con Cowuor. En su nombre pueden realizarse brutales sacrificios y vérsela como engendradora de monstruos. No conviene a los buenos vestessios olvidar la cara más terrible de su diosa.

Hombre santo (Carja): un hombre santo de Carja tiene un bono de +1 en todas las acciones que lleve a cabo en terreno salvaje e incivilizado.

Además, adquiere empatía con la naturaleza, especialmente animales y plantas, pero también algunas rocas e incluso masas de agua especialmente grandes. El hombre santo no será capaz de expresarse verbalmente con estos elementos, pero sí transmitir sentimientos, sensaciones e incluso imágenes o sonidos si se trata de un ser dotado de estos sentidos.

Para mantener sus beneficios es necesario que el hombre santo respete y defienda siempre la creación de Carja o puede encontrarse con la faceta menos benéfica de la diosa creadora.

Cerenor
Por alguna razón me recuerda a Eddard Stark.

Dador de la Luz, Señor de Todo lo que es Recto y Aquel que Aleja el Mal. Él es el señor de la conservación y el aumento, protector infatigable de la civilización y querido por todo aquel que se rija por leyes, pero especialmente hombres y enanos.

Sus advocaciones son tres, representaciones de las bases del Orden y la civilización: Cerenor el Guerrero, Cerenor el Constructor y Cerenor el Juez. Sus clérigos eligen una de estas tres facetas del dios e intentan aproximarse lo máximo posible al ideal. Los clérigos de Cerenor Guerrero se convierten en paladines que defienden la Fe por la fuerza de las almas y sus templos son auténticas fortalezas. Los clérigos de Cerenor Constructor regulan gremios y compañías y ellos mismos se convierten en maestros artesanos, trabajando en sus suntuosos templos. Por último, los clérigos de Cerenor Juez dedican su vida al estudio y aplicación de la ley y sus templos son cortes de justicia. Prácticamente ningún gobierno puede mantenerse en Vestes sin la ayuda de la rígida jerarquía de Cerenor, dirigida desde la ciudad santa de Sívona por el archipatriarca.

La luz de Cerenor llega a todos, a nadie se le rechaza por su raza o su sexo, aunque a menudo los altos rangos de la jerarquía secular están cerrados a hombres humanos. Donde más posibilidades se tiene de medrar es en las muchas órdenes monásticas dedicadas al culto de Cerenor y a mantener sus valores.

Hombre santo (Cerenor): este talento aporta un +1 a todas las tiradas de ataque y defensa contra los enemigos del Orden, la paz y la civilización.

Además, si un hombre santo de Cerenor se encuentra ante una situación que requiere una habilidad que no tiene, podrá pedir inspiración a su dios para poder tirar como si la tuviera. Aunque no es recomendable abusar de esto, pues el trabajo duro y el sacrificio son importantes virtudes para Cerenor.

A cambio los hombres santos se ven obligados a combatir todo lo que ponga en entredicho el Orden de Cerenor y conduzca al Caos. Si no respeta el espíritu de la ley o permite que otros la violen, Cerenor puede enviarle a alguna misión para que se enmiende.

Cowuor

El destructor, infatigable enemigo de Cerenor y su Orden. Él reina en los páramos, es el jinete de la ventisca.

Todo acaba alcanzando su final y ahí está Cowuor para cogerlo y llevárselo a su reino. Aunque es recordado con temor por muchas razas, pocos lo adoran salvo aquellos que respetan y glorifican la muerte, como los hombres lagarto especialmente. Es por esto que a menudo es conocido como el Señor de la Sangre Fría, la Serpiente o el Dragón. No es raro que se le represente con cabellos de serpiente bajo su túnica o yelmo negro y presidiendo una corte de trece gorgonas.

Debido a su propio carácter entrópico, sus cultos tienden a la degeneración: apenas son células de pocos miembros, a menudo enfrentadas incluso en el seno de los hombres serpiente. Sus santuarios suelen ser casas de la muerte y normalmente es ahí donde se embalsaman y entierran los cadáveres, como los profundas catacumbas de Vaelsomm o los zigurats de los hombres lagarto.

En esta faceta suele presentarse distante y rara vez produce hombres santos. En cambio es un dios dual y también representa la muerte en el sentido más bestial y destructivo. En las catedrales del dolor se reúnen sus adoradores más locos y temerarios buscando el favor de la otra vida practicando toda clase de atrocidades.

Hombre santo (Cowuor): los hombres santos de Cowuor tienen un +1 en tiradas de ataque y daño siempre que luchen para causar caos, discordia y/o desconcierto. Además se reduce en -1 el gasto de maná en conjuros destructivos.

Mas un hombre santo de Cowuor siempre debe buscar el caos y la destrucción. Es por esto que no pueden usar ningún objeto trabajado (esto incluye armas y armaduras) si no se usa para destruir o persiguiendo la propia destrucción del objeto. Usar objetos de forma constructiva demasiado tiempo puede enfurecer al Señor de los Páramos.

Podéis encontrar las reglas de hombres santos AQUÍ.

Gracias por leerme, y como siempre, ¡viva Cerenor! o valmar Cerenor.

3 comentarios:

  1. Tíiiio, me han encantado. Menos Cowuor, que me parece el típico dios malo que está ahí para meter miedo y sectarios locos. Me hubiera gustado más que no fuera tan obviamente malvado, más un dios solemne de la muerte como etapa final de la vida, pero con su faceta de "respétame, porque mi ira será implacable". Por cierto, tenía que hablar contigo.

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    1. Es ambas cosas, supongo que ha sido cosa mía el no dejar claro que sus sectarios locos solo adoran a la faceta pervertida.

      A ver si te pillo por Gmail.

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  2. Me ha gustado bastante, ¡Felicidades!

    Y la Espira va creciendo XP

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