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viernes, 23 de septiembre de 2016

Miscelánea de libros raros, curiosos y mágicos 3

Saludos, muníficos lectores, hoy traigo la tercera parte de mi miscelánea de libros raros, curiosos y mágicos, donde me dedico a hablar de cosas interesantes de libros y su aplicación al noble arte de los juegos de rol.

Como ya dije en su día, son sobre todo notas e ideas para cuando dirija mi campaña soñada de Bookhounds of Vornheim. Está cerca, lo noto en los huesos. Pero entre tanto si os puede ser útil o interesante, mejor.

Hoy empezamos con libros emparedados, que no emparedado de libros. :D (Matadme). En 1995 durante las reformas en una casa de Barcarrota (Badajoz), un obrero echó abajo un tabique y encontró un tesoro: libros del siglo XVI, entre ellos una edición hasta entonces hasta entonces desconocida del Lazarillo de Tormes y otros libros que en aquella época era blanco de la inquisición. Hm... Si esto no da ideas, que me aspen: gente que necesita ayuda para ocultar sus libros durante la persecución, libros misteriosos hallados de repente o que, si los jugadores son bookhounds,  tengan que ocultar parte de su stock por miedo a la censura. Esto casa bastante con el tropo del manuscrito hallado bastante común en la fantasía: "esto no lo cuento yo, sino que lo transcribo de un texto arábigo que hallé en un cofre bajo siete candados...". O cosas como los manuscritos del mar muerto: decenas de textos religiosos hallados bien conservados en un sistema de cavernas...

Pero hay mejores sitios para dejar tus libros. Vamos a hablar un poco de bibliotecas, librerías y similares.

Estas siemprrehan sido un tópico bastante común, especialmente en la fantasía más D&Desca y un ejemplo sobresaliente es la Biblioteca de Asria de Goblin Punch. En la primera parte nos habla de cómo es atendida por una raza de amazonas-bibliotecarias y su jefe: un bibliotecario que se transformó a sí mismo en un ordenador analógico hecho de libros para poder llevar a cabo mejor sus funciones.

Y en la segunda parte habla de cómo los libros toman consciencia en la biblioteca, se comunican entre ellos y sus contenidos cambian en función de esto.

Eso me recuerda bastsnte a otra biblioteca en la que los libros cobran vida, tiene tantos que su espacio es infinito, guarda el grimorio del propio Creador y está dirigida por un orangután. Por supuesto hablo de la biblioteca de la Universidad Invisible de Ankh-Morpork. Una de las cosas que más me gustaban de ella eran las distintas medidas para contener distintos tipos de grimorios, a veces las cadenas no eran suficientes y, por ejemplo, tenían que meter los grimorios de magia erótica en agua helada.

Y ya que estamos, el Mundodisco tiene muchas cosas interesantes a este respecto, como la biblioteca de la Muerte, con los libros de la vida de todo el mundo que se escribe solo...

O, de la serie de Avatar, la biblioteca de Wan Shi Tong, perdida y enterrada en el desierto, con zorros que roban pergaminos para, su bibliotecario lechuza que es en realidad un espíritu... Y cosas que no son libros, como mapas o un planetario.

Y no todo van a ser bibliotecas normales. Por ejemplo, en lugares donde no hay demasiado dinero y leer es el principal entretenimiento no serán raras las librerías donde solo alquilas los libros, como en Forbidden Scrollery.

O también las bibliotecas ambulantes en bibliobús, en burro (como el biblioburro de Colombia), en camello en Kenia, en barco en los fiordos (despues de todo ya tienen barcos-supermercado, por ejemplo) o incluso un "tanque" reconvertido en bibliobús: el arma de instrucción masiva.

Aunque, claro, en la "época" que se suele tratar en la fantasía medieval, las bibliotecas suelen ser mayoritariamente privadas y solo se encuentran sobre todo en monasterios, catedrales, palacios, universidades o grandes centros de saber con extenso patrocinio como la Biblioteca de Alejandría (que si no estoy mal informado, también tenía observatorio, zoo y jardín botánico).

En fin, que no podía llegar cualquiera y sacar un libro y mucho menos se le pasaría a nadie por la cabeza hacer algo como una casa para pájaros en la que puedes coger y dejar libros libremente: los libros, incluso mal imprimidos, siguen siendo relativamente valiosos. Algo así solo existiría en sitios como una corte para intercambiar las últimas novelas románticas que se supone que nadie decente lee...

Y, por último, las bibliotecas también tienen secciones prohibidas... La de Hogwarts está basada en algo muy real y, como para casi todo, los alemanes tienen una palabra para ello: Giftschrank, el gabinete de venenos. Normalmente estos libros se conservan porque sus ideas se consideran peligrosas y por ello deben ser estudiadas solo por una élite pars poder conocerlas y combatirlas, lo cual también es una de las ideas detrás de libros perniciosos que solo se pueden comercializar debidamente anotados como el Mein Kampf. Si os interesa el tema, podéis echar un ojo a esta entrada.

Y si te interesa algo para meter en tu Giftschrank, ¿qué tal libros encuadernados en piel humana o algún grimorio oculto, incluyendo uno con extraños rituales que permiten invocar a un ente conocido como el Baktiotha?

Aunque me gustan mucho los datos aleatorios sobre libros, listar esta clase de cosas raras es el principal propósito de esta serie.

Por ejemplo The Story of the Vivian Girls una larguísima historia épica de ciencia fantasía escrita durante años por un bedel fugado de un psiquiátrico en un pequeño apartamento... Acompañada de ilustraciones hechas con acuarela y fotografías. ¿Quién sabe cuánta verdad encierra en realidad? Guiño, guiño.

Los libros de profecías, de los que ya hablé en la entrada anterior, también son una opción popular como Nostradamus, el Chronicle of Portents and Profecies o Las buenas y acertadas profecías de Agnes la Chalada en Buenos Presagios. Un manuscrito de profecías inédito resultaría valiosísimo en un mundo de fantasía. Y sobre este último, resulta gracioso cómo las profecías incluyen el devenir del propio libro.

O, hablando de profecías, últimamente ha llegado a mi atención que un códice maya descubierto hace tiempo y considerado falso ha resultado ser auténtico y no puedo dejar de imaginarme a bookhounds tratando de demostrar que un libro es auténtico para poder colocarlo o siendo contratados para demostrar la autenticidad de algún otro. Después de todo son eso, ¿no? Detectives de libros.

Aparte, me he venido encontrando con posts de la anglosfera rolera con listas y tablas de libros, así que las voy a ir dejando por aquí...

Por una parte, el genial blog Against the Wicked City tiene una tabla de 20 cosas que los eruditos pueden haber olvidado devolver a la biblioteca. Y la variedad no decepciona: portulanos, manuales, literatura erótica, filosofía especulativa, grabados, recetas, manuscritos de anticuarios, teatro, cartas de amor escandalosas, canciones y partituras sediciosas, poemas épicos, poesía amorosa, filosofía moral, memorias, oraciones, filosofía política, bestiarios y catálogos de aves, tratados de vinicultura...

En Wizard Thief Fighter se nos presenta una tabla de 100 tomos pseudomágicos.

Y el siempre genial Blessings of the Dice Gods nos trae tablas para generar libros y bibliotecas.

E imagino que podemos acabar con libros qur son físicamente raros, por ejemplo, folletos de poesía de tres páginas y de los qur solo salieron 25 ejemplares numerados. Si lo hiciera yo no valdrían nada, pero los que hicieron nuestros amigos de la Generación del 27 son carísimos, especialmente si están numerados del uno al diez.

Y hablando de cosas carísimas, ¿alguien ha dicho "libros enjoyados"?


Son los candidatos para llevar trampas: hay cosas más originales que envenenar las páginas, como un sistema de agujas que se dispara cuando se abre o que tenga una pipeta de gas venenoso oculta en el lomo... Y si metemos magia en la ecuación, las posibilidades son infinitas.

¿Y qué tal libros ocultos en otros libros o bajo la apariencia de otros libros? Como novelas que ocultan páginas con propaganda política encuadernadas enmedio. De nuevo, esto tiene gran potencial para partidas de terror y/o investigación.

Y, para acabar, ¿por qué huelen tan bien los libros viejos?

¿Pasaría también con un libro hecho con partes del cuerpo de un inmortal? ¡Voten!

Y gracias por leerme. Valmar Cerenor!

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