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miércoles, 11 de octubre de 2017

Criatura: quimera del pecado

Basada en una de las ilustraciones que Dan Dibuja tuitea cada día entre semana y va recogiendo en su tumblr Este es un caso interesante porque de forma totalmente no planificada, Dan decidió convertir esta criatura en uno de sus artprompts después de que saliera en esta tabla de d12, de modo que ahora yo tengo que ponerle estadísticas. Nuestro incesto intelectual es apabullante a estas alturas.
 

«¡Los gritos de las siete bestias! ¡Los gritos de las bestias anuncian la perdición!».
—Superviviente enloquecido.

Nomenclatura. Demonio heptacéfalo, zoológico de la degradación.
Descripción. Su cuerpo son dos diablos siameses (cuatro pezuñas, dos garras) y tiene siete cabezas agolpadas: sapo, serpiente, león, caracol, cerdo, cabra, pavo real.
Cantidad que aparece. Afortunadamente no suele haber más de uno.
Tamaño. El doble que un humano.
Armadura/evasión. Su piel es excepcionalmente dura, pero se mueve torpemente.
Resistencia. Como cinco humanos.
Movimiento. Camina a tres cuartos de la velocidad de un humano.
Inteligencia. Inferior a la humana, su cuerpo parece errar sin rumbo y sus cabezas actúan como el animal al que pertenecen. Si alguien puede hablar con animales o criaturas infernales, verá que solo emiten una cacofonía de voces que sugieren conductas pecaminosas.
Comunicación. Imposible por medios comunes.
Disposición. Suele atacar nada más ver una víctima y luchar hasta la muerte. Los únicos a los que no considera presas son servidores del mal de al menos cierto poder.
Violencia. Golpean con sus garras y cada una de las cabezas puede morder o lanzar veneno (en el caso del sapo y el caracol) por separado, induciendo el pecado en sus víctimas. No obstante, por cuestiones de espacio, solo pueden atacar con tres cabezas al mismo tiempo a la misma persona.
Enemigos. Todo el mundo que no sirva al mal, especialmente aquellos que se oponen a él.
Metas. Inducir a conductas impías, devorar carne humana, acumular tesoro, yacer con mortales, matar a los justos y desecrar lugares y objetos sagrados.
Guarida. El Abismo, cuando son invocados, allá donde su invocador decida alojarlos. De no ser así, vagarán sin rumbo por el plano material atacando sin ton ni son.
Tesoro. Ninguno.

Peculiaridades.
  • Un ataque exitoso de una de sus cabezas, además de producir daño, obliga a la víctima a cometer su pecado inmediatamente. Si no quiere o puede hacerlo, recibe la misma cantidad de daño de nuevo. Los pecados son:
    • Sapo (avaricia): en su siguiente acción debe arrebatar algo valioso, pero no inmediatamente útil, a uno de sus compañeros, siendo dinero lo más normal.
    • Serpiente (envidia): en su siguiente acción debe arrebatar algo útil a uno de sus compañeros, como un arma, un símbolo sagrado o un libro de conjuros.
    • León (ira): en su siguiente acción debe atacar a alguien que no sea la quimera.
    • Caracol (pereza): en su siguiente acción no debe hacer nada excepto andar despacio.
    • Cerdo (gula): en su siguiente acción debe conseguir y consumir tanta comida, agua u otros recursos comestibles o potables (como pociones) como el tiempo permita.
    • Cabra (lujuria): en su siguiente acción debe despojarse de toda su ropa, incluyendo armadura, pero no armas o escudos.
    • Pavo real (orgullo): en su siguiente acción debe convencer a todos sus compañeros y aliados de que no actúen antes que él en la próxima ronda. Si alguno lo hiciera, recibiría el daño.
Cuando lo encuentras está...
  1. Combatiendo contra paladines.
  2. Siguiendo a un servidor del mal.
  3. Devorando a una persona.
  4. Protegiendo su tesoro.
  5. Violando a dos personas al mismo tiempo.
  6. Destruyendo un templo o lugar sagrado.
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

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