El otro día os presentaba a grandes rasgos
las regiones de Casticia, esa ambientación fantástica basada en la literatura española e hispanoamericana que se me ocurrió paseando al perro.
Hoy, para mayor regocijo, presento algunos arquetipos a los que pueden ajustarse los héroes que recorren Casticia. Como de momento no tengo claro qué sistema usar, me limitaré a establecer sus características generales y qué hacen más o menos. Por supuesto esta lista no es limitante y puede haber cualquier otro tipo de personaje, esto son solo sugerencias.
Espadachín: procedes de la gran ciudad de Esvilia o las tierras de Dramatia. Tus capacidades marciales rara vez son puestas en duda y nadie (en tu opinión) se maneja mejor con la espada. Si procedes de Esvilia puede que seas un jaque matasiete, un militar o un hidalgo venido a menos que no tiene de qué vivir. Hay 1/6 posibilidades de que te acompañe un criado de tipo pícaro. Si procedes de Dramatia manejas armas de esgrima aunque tu atuendo sea obviamente medieval. Tu origen es dudoso, eres un donjuán y alguien quiere vengarse de ti por haber deshonrado a su hermana/hija/esposa/prometida, o eres noble y pundonoroso y buscas a alguien para vengarte por haber deshonrado a tu hermana/hija/esposa/prometida, o ambas. En Dramatia estáis todos enzarzados en un circuito infinito de venganzas.
También puedes ser una mujer, pero en ese caso vas disfrazada de hombre. Tu disfraz es muy, muy obvio, pero por alguna razón nadie parece darse cuenta del engaño. Si procedes de Dramatia es posible que seas la hermana/hija/esposa/prometida, por lo que puede que tu hermano/padre/esposo/prometido decida que es más honroso matarte que meterte en un convento, espabila. Si procedes de Esvilia también tienes 1/6 probabilidades de que te acompañe un criado y si es así, hay 2/6 probabilidades de que sea también una mujer disfrazada y no lo sepas.
Caballero errante: procedes de uno de los reinos del sur: Lemón, Bastionia o Adragón; da igual de cual, la verdad. Recorres la tierra haciendo gestas de armas para lograr favores de una dama bien parecida o congraciarte con tu rey o con Dios buscando alguna reliquia sagrada. Para ello es necesario demostrar tu valía matando cualquier cosa que huela un poco a pagano (incluyendo criaturas mitológicas), hereje o moro, sobre todo moro, de los reinos de Taifas. Lo has dejado todo atrás, por eso empiezas solo con una armadura, una espada y un caballo. También hay 2/6 probabilidades de que tengas un escudero.
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Gustav Doré |
Bandolero: eres un criminal, manejas bien la navaja y eres
folclórico y/o tremendista. Puedes ser un bandolero tal cual de los que
asaltan a los viajeros por la sierra o un gitano que lo mismo te canta
una canción que te apuñala o un psicópata como cierto individuo llamado
Pascual Duarte. Lo más probable es que procedas de las cálidas tierras
del suroeste.
Pícaro: eres un mozo de muchos amos, no estás especializado en nada, sabes hacer un poco de todo y lo harás para cualquiera que te dé algo a cambio. Bueno, no, si algo sabes hacer bien es sobrevivir, sobre todo engañando y manipulando para que todo vaya sobre ruedas y no tengas que irte a dormir con el estómago vacío. También es posible que trabajes o hayas trabajado para una de las muchas cofradías de ladrones por lo que dominas las sutiles artes del robo, la falsificación y el juego amañado (o echar flores, dicho en poesía). Por supuesto las mujeres también pueden ser pícaras, que se lo pregunten a Justina.
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Pablo Picasso |
Celestina: eres un alcahueta, una trotaconventos, una vendetintes, una cosevirgos, una bruja y muchas cosas más. Es probable que seas una mujer mayor o, mejor dicho, una puta vieja. Pero tus años son tu ventaja: has tenido tiempo de aprender a crear preparados con distintos efectos, la mayoría con fin erótico; comprendes el corazón humano y sabes persuadir, y has vendido tu alma al demonio, de modo que puedes pedirle favores. Pero cuidadito, tienes todas las papeletas para convertirte en leña. Tienes 1/6 probabilidades de que te acompañe una joven aprendiza de tipo pícara.
Goliardo: eres un clérigo disoluto y te dedicas a recorrer los caminos cometiendo todos los pecados capitales cuando se te presenta la ocasión. A veces escribes poesía en mal latín. Espera, espera, sé que suena raro ser un clérigo disoluto, pero tiene sus ventajas: puedes hacer lo que te dé la gana y aun así, como sigues estando ordenado, puedes bendecir cosas buenas y exorcizar cosas malas. Además no pagas impuestos. Y, lo mejor de todo: el cielo te protege las espaldas porque alguien ahí arriba sigue convencido de que puedes reformarte, de modo que en cualquier situación de vida o muerte puedes rogar por un milagro y hay posibilidades de que se te conceda según lo pecador que hayas sido. Si por accidente mueres, la primera vez que ocurra revivirás en 1d6 días. Pero ojo, si empiezas a reformarte perderás esa protección divina, de hecho estarán ansiosos de que mueras para que alcances la Gloria. También puede haber mujeres en este arquetipo, probablemente después de haber caído en desgracia por fornicación (excesiva)...
Viajero: no procedes de Casticia, sino que vienes de una tierra lejana (Bizancio, Thule) y tus viajes y perpipecias te han traído hasta aquí, probablemente por azar o porque te has separado de tu amado/a y has oído que ronda por aquí. Tienes habilidades sobradas en lo que se refiere a viajes, navegación e idiomas y tienes una rara capacidad para atraer el infortunio y sin embargo sobrevivir a él. Es posible que seas hijo de algún rey y te raptaran al poco de nacer o algo similar, pero no lo sabes, así que olvida que te lo he dicho.
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Nicolas Poussin |
Pastor: procedes de la isla de Sicilia donde todo el tiempo no pasa y todo el mundo es siempre feliz o casi siempre o normalmente. Bueno, por lo menos tú no eres feliz, porque has tenido que abandonarla. Quizá te ha embargado la tristeza porque tu amado/a ha muerto o se ha ido con otro. O quizá has tenido problemas con otro pastor o pastora y has tenido que poner mar de por medio. O quizá te has cansado de estar todo el día cantando como un memo o rechazando a pretendientes como una mema. La cuestión es que ahora estás en el mundo de verdad y tienes que espabilar. Tus habilidades como músico y poeta son excelentes, pero por alguna razón parece que eres hombre de campo bastante mediocre.
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Francisco de Goya |
Esperpento: escoge cualquier otro arquetipo y eres una versión (más) grotsca de él, irónica y horrenda. Seas lo que seas, eres una marioneta de las que dan miedo hasta a los adultos, por lo que no tienes que comer, beber o dormir, pero tienes las ventajas y desventajas obvias de estar hecho de trapo y madera.
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Gustav Doré |
Quijote: escoge cualquier otro arquetipo y eres un señor o señora mayor que finge serlo. Tus habilidades al respecto son bastante deficientes, no tienes equipo adecuado y cualquier persona con dos dedos de frente se da cuenta de que eres un impostor. Alguna gente reacciona mal, pero por alguna razón, otras empiezan a seguirte la corriente, de forma que tendrás que recurrir a tu carisma para salir airoso de bastantes situaciones. Es probable que todo empiece a volverse absurdo a tu alrededor. Tienes 1/6 probabilidades de que te acompañe un escudero de tipo sancho.
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Gustav Doré |
Sancho: eres el último hombre cuerdo en el mundo. Alguien tiene que asegurarse de que la nave de los locos en la que te has embarcado esperando riquezas y prevendas no naufraga arrastrándote hasta el fondo, de modo que te preocupas por las cosas más banales como la comida, la cuerda o las monturas. Mucha suerte.
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Joaquín Sorolla |
Realista: provienes de algún lugar en la España de finales del siglo XIX y principios del XX. A lo mejor eres un rico burgués que se quedó dormido en su sillón o un mendigo que creía que iba a morir de frío en la nieve o un soldado que resultó herido en el desastre de Annual, da lo mismo, la cuestión es que cuando despertaste estabas en Casticia, de modo que tienes que mantener la calma y buscar la manera de volver al mundo "real".
Gracias por leerme.
Valmar Cerenor!