Contras: screen monkey está muy abajo para mi gusto.
Pros: el número uno: agonarca.
Suena genial, sí. De hecho no es una palabra inventada, sino que realmente significaba 'árbitro' en griego clásico, tanto en el sentido deportivo como en el legal. La palabra agōn no tiene desperdicio, rolerísticamente, por sus muchas acepciones: «reunión, asamblea; certamen, lucha [especialmente de los grandes juegos como los Olympiakoì agónes]; lugar de certamen, palestra, arena; contienda, disputa, pleito; peligro, crisis». ¿Me equivoco o el director es el que se encarga de la mayoría de estas cosas?
Pero no vengo a hablar de lo que hace un director o de lo florido de las lenguas muertas, sino de que esta entrada (vale, sí, sobre todo el punto 9) me ha hecho reflexionar sobre que director a lo mejor es un término demasiado flojo para describir al agonarca de Sukero City, de modo que voy a probar a llamarlo el Hombre de Blanco.
No es necesario que el Hombre de Blanco vaya vestido de blanco, pero ayuda.
Tampoco hace falta que sea Grant Morrison. |
Se sabe muy poco aparte de eso se sabe del Hombre de Blanco. Hay quien dice que es un poderoso hechicero o un ser de otra dimensión o un dios o Dios o un proyecto secreto del gobierno o la manifestación corpórea de la locura de la ciudad Azul o un alienígena. Hay quienes quieren destuirlo, quienes lo adoran y quienes quieren obtener algo de él. Ninguno tiene demasiado éxito, pues es sabido que solo en raras ocasiones puede entrarse en contacto directo con él. Hay quien dice que esto se debe a que solo es un holograma que proyecta desde su mansión en la luna o un reflejo producido por una intersección de realidades o un efecto óptico debido al aire enrarecido por la ciudad y aumentado por el sentimiento de paranoia colectiva. Hay quien dice que sí ha podido hablar con él, pero siempre de forma indirecta y velada, de forma que no pueden aportar pruebas.
Sea como sea, si el Hombre de Blanco te dedica una sonrisa o un dedo, devuélveselo.
(Fuente) |
Un tío majete. O no.
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