lunes, 1 de diciembre de 2014

Conjuro: Cuerdas de ofuscación y hallazgo

Un conjuro de cosecha propia para La Puerta de Ishtar.

Fuente.
Nivel: 1

Efecto: cualquier objeto ocultado con la cuerda de ofuscación jamás podrá ser hallado por medios naturales. Incluso personas que saben la localización concreta de lo que quiera que fuera ocultado y busquen ahí, jamás lo hallarán.

La única forma de encontrarlo es usando la cuerda gemela del hallazgo, también ya preparada. Debe atarse al cuello de un perro que no sea pardo ni manchado, sino totalmente blanco o negro. Además debe ser buen rastreador. Si se le deja libre y se le sigue, husmeará hasta dar con la localización exacta de aquello que fue ocultado y podrá por fin ser desenterrado por aquellos que siguieron al sabueso.

Lanzamiento: en primer lugar el brujo que desee lanzar este conjuro deberá preparar dos largas cuerdas empleando pelo humano. Una de ellas, la de ofuscación, debe estar hecha solo con cabellos negros de vírgenes, mientras que la de hallazgo debe consistir solo en pelo blanco de viudas. Cuando estén listas ambas deberán entrelazarse entre sí, introducirse en el estómago de una cabra que después será cosido y finalmente enterrarse en un lugar que el brujo no conozca (por lo que deberá hacerlo alguien por él), donde permanecerán siete días. Es importante que sean desenterradas al anochecer del séptimo día o nunca más podrán ser encontradas.

Una vez preparadas, debe atarse la cuerda negra alrededor de aquello que no se desee que sea encontrado (por tanto debe ser lo suficientemente larga) con un nudo especial y mientras se recitan las palabras adecuadas. Finalmente, todo debe ser enterrado; da igual dónde, después de todo, pero los brujos suelen escoger lugares remotos aun así por si se diera la circunstancia de que alguien robara su cuerda blanca, que ha de guardarse con cuidado.

Aprendizaje: es bien sabido que este conjuro está recogido en una colección poco conocida de tablillas que, por ejemplo, puede encontrarse en Nínive o la biblioteca personal del Ensi de Sippar. En lugares menos distinguidos circulan versiones pobremente copiadas del conjuro que pueden conducir a fallos dramáticos, como que no se produzca la ofuscación mágica o, peor, que sea imposible recuperar lo ocultado con la cuerda del hallazgo. Sea buena o mala, con una copia del conjuro este puede aprenderse en una semana y media.

Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

1 comentario:

Una limosna para la cruzada:

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