Hace un par de noches hablaba con un amigo y compañero de armas que está trabajando en una (en realidad tres a la vez) aventura para Ablaneda. Y me comentaba que le resultaba difícil escribir en castellano pseudomedieval (sí, pseudo, si lo escribiese en el de verdad me lo tirarían a la cabeza) y eso me llevó a una serie de reflexiones.
Ya está, fin de la entrada.
Ah, la dura vida del escribiente...
Es broma, ¿qué clase de bloguero sería si no os hiciese partícipes de ellas cuando sé que no os interesan?
Lo primero que se me vino a la cabeza es que el peculiar estilo de Ablaneda (sigamos llamándolo pseudocastellano por conveniencia y brevedad), aunque puede ser una de sus marcas de identidad, no es algo que me exija ni exija a los demás a la hora de escribir para el juego. ¿Qué mola? Sí, pero también tiene su trabajo, aunque a mí me guste tomármelo por ser filólogo junior.
Lo segundo, como bien me dijo, es que aunque no haya ni pueda ni deba haber una exigencia categórica, están ahí dos razones de peso para hacerlo: que mola y que es una marca de identidad. Yo mismo a menudo reviso textos escritos en español actual para "Ablanedizarlos" como me gusta decir porque lo considero necesario. Pero insisto, no puedo extender esto a todos los demás.
¿Y qué pasa con el que quiere, pero no puede? No a todo el mundo se le da bien escribir con sintaxis rebuscada, sacando anacronismos, palabras raras y que el resultado final no sea tóxico (no quiero decir que a mí sí, pero al menos se me entiende). En esos casos lo mejor es o buscar un revisor (yo me ofrezco, lo acabaré leyendo de todas formas) o reconocerlo y pasar del pseudocastellano, que no tiene nada de malo. No es bueno autoimponerse handicaps que al final solo reviertan en una peor calidad de la obra. Ahora bien, siempre puede ser un ejercicio de superación...
Y por último me pregunté hasta qué punto es necesaria una redacción florida en un juego de rol. En mi opinión realmente es algo accesorio al nivel de la maquetación o las imágenes, algo que sirve para que entre por los ojos. Está bien que puede que haga la lectura más amena, pero también participan en eso una maquetación que la facilite o imágenes que la ilustren. Y lo mismo digo de que exprese mejor el tono de la ambientación o el juego en general. Mi opinión: sin duda son elementos necesarios (que no esenciales) de un juego, pero por ahora no está en mi ánimo comprarme un manual por lo bonito que sea. Y quien piense de otra forma se puede venir al Infierno... y aquí lo debatimos.
Gracias por leerme.
No puedo sino mostrarme de acuerdo.
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