10 perros guardianes para ambientaciones fantásticas, ordenados más o menos por fuerza y tamaño.
- Rata ruidosa: pequeño y prácticamente inofensivo, pero posee un ladrido profundo y grave que se oye a distancia y puede asustar a intrusos que no lo han visto.
- Zorro adiestrado: se oculta de los intrusos y corre sigilosamente a avisar a su amo por una puerta secreta.
- Cara de luna: se sienta y observa fijamente a los intrusos sin atacarles ni ladrarles. Aquellos de voluntad débil no podrán resistir su mirada y sentirán la necesidad de huir.
- Nariz de oro: puede oler a los intrusos incluso antes de que ellos sepan que lo son.
- Can argos: uno de sus ojos siempre está dormido, el otro siempre está despierto y va alternando. Imposible pillarlo desprevenido.
- Incansable: no dejará de perseguir a un intruso hasta que sea imposible alcanzarlo o reciba una orden de su amo. Lástima que esto a menudo haga que abandone su puesto. Eso sí: nunca olvida una cara.
- Sabueso inmaculado: castrado desde cachorro y entrenado para ser leal e impasible, solo la muerte le hará abandonar su puesto.
- Canis pugnax: campeón de peleas retirado, pero igual de feroz y hábil.
- Mastín orco: no es realmente un perro sino un primo especialmente grande y salvaje. Se necesita un adiestrador tan brutal como él para domesticarlo.
- Perro gigante: dos cabezas más alto que un hombre.
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