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Hace un tiempo os hablaba de los no muertos en Mötor Mäiden, mi mundo de fantasía diesel.
Hoy quiero volver al tema de los ghouls en Insuranda, personas malditas con la vida eterna que vagan volviéndose cada vez más y más locos y violentos. Muchos de ellos se dan a la piratería y otros venden su espada como mercenarios.
Por supuesto un soldado que jamás necesita descansar y solo puede ser detenido si es destruido por completo es siempre un gran recurso, pero los avances tecnomágicos del mundo de Mötor Mäiden ha engendrado armas para las que son la contraparte ideal.
El gas.
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La táctica más común es tratar de usar las nubes de gas contra los flancos enemigos a fin de romperlos y crear un muro contra el que acorralarlos (atacar con gas de frente no es buena idea si tus propias tropas tienen que cruzarlo después). Por supuesto es aquí donde se suelen instalar tropas preparadas para ello como escuadrones enmascarados, vehículos herméticos o los propios ghouls, que ya no gozan del don del aliento.
Pero la Coesfera, la hipenación en la que se centra el juego, no conoce en sus fronteras guerras de esa escala y, de haberlas, se consideraría inmoral emplear las artes de los toxotas contra otros seres humanos, por eso las reservan para sus incursiones de castigo contra el Imperio Trasgo. Estos, por supuesto, responden del mismo modo.
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Y sus poderes no se limitan a la batalla campal. Asaltar lugares cerrados es otra de sus especialidades y, en las batallas navales, pocas cosas son más efectivas que rodear el navío enemigo en una nube pestilente, especialmente en los días de más calma.
Y no faltan aquellos que encuentran su lugar en los gremios de aventureros.
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!
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