Últimamente he estado pensando en cómo sería un trasfondo de la magia (que no sistema mecánico) que más se adaptase a mi gusto. De momento considero que tendría las siguientes características:
- Los conjuros hacen cosas simples y/o raras, pero limitadas. Imaginad que un mago tiene que manejarse solo con el poder de producir luz, eso hace que tenga que buscarle partido. ¿Cómo? Puedes usarla para deslumbrar a tus enemigos, crear espejismos, aumentar la capacidad de un catalejo, volverte invisible en combinación con una capa especialmente preparada... En cuanto a los conjuros raros me gusta que sean cosas que solo puedes usar en un número muy pequeño de situaciones, pero resulta espectacular. Si quieren ejemplos de esto, maese Zak nos provee uno.
- Cada conjuro es un tesoro. A la Jack Vance. Solo hay un puñado de fórmulas conocidas para producir conjuros. Un mago normal tendrá dos o tres. Los más sabios a lo mejor acumulan más de diez. La cuestión es que se matan por los conocimiento de los demás y encontrar o crear uno nuevo es motivo de admiración y celos.
- La magia tiene un precio, pero no para el mago, sino para el mundo. Usar magia daña de alguna forma el mundo. La más obvia es contaminándolo como en Dark Sun, pero hay otras formas como la que presenta maese Nirkhuz (tercer apartado de la lista). Además los magos lo saben, pero la gente normal también. O al menos tienen bastantes sospechas.
- La magia no es un don, sino una disciplina peligrosa. Hay pocos magos porque hacer magia es un riesgo. Un error y puedes acabar muy mal parado, incluso acabado del todo. La única forma de evitarlo es saber muy bien lo que estás haciendo, estudiar y practicar. Esto no supondría realmente una degradación: no te conviertes en otra cosa, te debilitas. Esto supone que cualquier tonto puede jugar con magia, acabar muerto y dejar detrás un rastro de destrucción.
- Objetos encantados y artefactos de poder. Sí, pondría dos tipos de objetos mágicos. Los objetos encantados serían "contenedores de conjuros": tienen cargas, pueden dispararse si se sabe cómo y su efecto se corresponde con alguna de las fórmulas conocidas. Es decir, si un mago tiene el susodicho conjuro de crear luz, puede ponerle una carga a una esfera (o un cubo, ¿será lo mismo?) y así tener una lámpara mágica. Los artefactos de poder en cambio son objetos mágicos en sí mismos, poderosos, irrepetibles y probablemente con leyendas a su alrededor. No habría espadas +1, cada espada mágica tendría sus poderes, su historia y probablemente su nombre.
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Una limosna para la cruzada: