Hey, ¿recordáis Criaturas del Vacío Celeste, mi bestiario de criaturas voladoras, etéreas y que pueblan archipiélagos flotantes? Todavía sigue siendo una cosa aunque haga tiempo que no os hablo de él, pero no os preocupéis, voy a enmendar eso empezando desde hoy.
Uno de mis principales motivadores a la hora de hacer CdVC era que, bueno, quería hacer una ambientación basada en las estepas asiáticas con sus nómadas con sus yurtas y sus sombreros de piel, sus barcos voladores, sus tigres flotantes, sus grifos peleando contra hormigas, sus halcones, sus trasgos montando lagartos, sus gusanos gigantes... Por mucho tiempo el nombre de trabajo fue "Las llanuras del viento" (y aún queda algún resquicio en Kha Megamix), pero me di cuenta de que tenía más monstruos que cualquier otra cosa, así que, qué demonios...
La culpa de que sean archipiélagos flotantes la tiene esta tabla del Dungeon Dozen.
Pero dejando eso de lado, la inspiración inicial se nota: un buen puñado de criaturas están inspiradas en en folklore y la cultura del Asia Central y su modo de vida permea toda la ambientación implícita del libro. Quiero decir, una de las criaturas son directamente nómadas que montan pegasos voladores: si nada se está quieto en el Cielo, tienes que moverte con él. Por cierto, también pueden jugarse como.su propia clase, fuertemente inspirada por el Bárbaro de Oriental Adventures.
Y no, no es casual que me inspire en Oriental Adventures: quiero pensar que el proyecto se encaja en la misma línea de orientalismo oldschoolero que el magnífico blog Against the Wicked City, Qelong o Yoon Suin entre otros. El mismo autor de este último ha hablado al respecto de este orientalismo en alguna que otra ocasión.
Pero aunque haya monjes pseudobudistas, dragones chinos, gurú, gente bebiendo leche de yak y otras cosas que esperarías de Do: Pilgrims of the Flying Temple, todo mantiene también una sana pátina del "occidentalismo" raro que es la vainilla del género fantástico por una parte porque también me gusta y, por otra, porque así es más fácil de poner en cualquier ambientación con sabor a vainilla, por supuesto.
Pero este contacto entre elementos de oriente y occidente me ha ido haciendo pensar un poco más allá: la estepa es un poco el gran espacio vacío que une los dos extremos y probablemente el Cielo, el Vacío Celeste, puede actuar de forma similar en una campaña, extendiéndose entre continentes, especialmente en una nueva edad de tecnología y descubrimientos...
Against the Wicked City me ha contagiado (por no decir convencido de) definir la ambientación como Fantasía Moderna: pólvora, relojes (¡y clock... digo, windpunk!) café, catalejos, sulfuro... Todas estas cosas, tarde y mal, fueron llegando a la estepa, entremezclándose con elementos tradicionales. Y quizá no solo en el aspecto tecnológico, sino también político: después de todo, los siglos que siguieron a la Edad Media fueron testigos del inicio del colonialismo europeo, no solo por vía marítima, véase también la conquista rusa de Siberia, mucho más adecuada y de la que quizá hay un cierto reflejo en el Imperio Trasgo del cielo.
Me estoy poniendo filosófico. Voy a cortar diciendo que Nirkhuz me regaló por mi cumpleaños Wind on the Steppes, un suplemento de BRP para las tribus del Asia Central y que me ha confirmado que, en términos roleros, CdVC está bastante alto en el centroasiómetro, señal inequívoca de un trabajo bien hecho.
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!
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