miércoles, 11 de abril de 2018

La bruja de El Cuello y su retorcida repostería

Saludos, muníficos lectores. Como algunos ya sabréis, he escrito una aventura para Eirendor titulada La bruja de El Cuello y su retorcida repostería. Pues me alegra anunciaros que su preventa ya ha comenzado, como podéis ver aquí.

Hoy, mientras esperamos que llegue a vuestras casas, os voy a hablar un poco de ella desde el punto de vista del proceso de diseño y escritura.

Cuando el año pasado Variable me propiso escribir una aventura para Eirendor mi primer impulso fue advertirle que a mí me gustaba escribir mierda rara, que el que avisa no es traidor. El pobre inconsciente no solo lo sabía, sino que era lo que buscaba, así que decidí hacer que sobrara antes que quedarme corto.

Así La bruja de El Cuello y su retorcida repostería empieza con una bandada de murciélagos con cabeza humana que secuestran los niños de la aldea de Valpuerco, de modo que los adultos deben ir, horcas al frente, a salvar a los niños sorteando peligros del pantano, una bruja que usa dulces para canalizar su magia, los horrores de su torre y sus malignos invitados.

Todo ello en el marco de la weird fantasy y como homenaje a algunas de mis aventuras de la OSR profunda como The meal of Oshregaal, Flesh for the Witch Queen y Secret Party House of the Hill Giant Playboy.

Al principio pensé que fuera un heroico rescate para PJs de nivel alto, pero Variable me propuso convertirlo en una desesperada incursión de un grupo de atemorizados aldeanos: un embudo.

Para quien no lo sepa, un embudo consiste en jugar una aventura con tres o cuatro personajes de nivel 0 (¡ni siquiera 1!) por jugador, de tal modo que los supervivientes se conviertan en aventureros de verdad.

Y siendo así, la aventura tenía que ser una picadora de personajes para ir despejando. Solo hay que echar un ojo a a tabla de peligros aleatorios del pantano (están en El Cuello, después de todo) pensados para llevarse por delante a tantos aldeanos como sea posible. ¡Y el hecho de que deban darse prisa para rescatar a los niños no mejora las cosas!

Solo para descubrir que la bruja Athola está llevando a cabo un maligno ritual con la forma de una fiesta donde los niños son los sacrificios. Los personajes podrán recorrer su hogar lleno de trampas y peligros con ciertas restricciones, ¡pero harán bien no abusando de su hospitalidad y siendo buenos huéspedes! Hace tiempo que Athola tiene ganas de tirar a alguien al foso de sus mazmorras...

Como toda buena fiesta, esta tiene diversos invitados, algunos muy obvios, otros que no lo parecen en absoluto y otros que se han invitado a sí mismos y sus objetivos pueden solaparse en parte con los de los PJ.

Estos invitados se deciden al azar, lo que unido a la no linearidad de la aventura y sus muchos secretos hacen que sea muy, muy rejugable. Probablemente cada grupo acabe derrotando a Athola y su oscuro patrón de forma distinta... ¡si es que deciden hacerlo siquiera!

Y, aunque la aventura trae reglas de embudo para Eirendor incluidas, si no es una forma de jugar que te mole, siempre puedes infligirle la aventura a PJs de nivel 1 de Eirendor o incluso de tu retroclón favorito.

Yo no esperaría a que acabase la preventa para hacerme con el módulo. ¡Todo el mundo quiere un bocado de la retorcida repostería de Athola!

Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

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