Lleguen vuesas mercedes en buena hora y en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que donde va el nombre de Dios no va cosa mala.
Se me reclama de nuevo a mí, el más humilde de los hombres, que por mi padre me llaman Antón y por mi pierna Cojitranco, para hablarles de nuestro condado de Ablaneda por que quede registro de cuanto lo habita, malo o bueno. Y siendo la Santa Iglesia quien lo pide y exige no diré de menos, pero tampoco de más. Líbreme Dios de murmurar.
El lobero, el ser del que vengo hoy a darles noticia, no siempre es dañino para el hombre y no es producto del demonio como comúnmente se cree. Sepan por cierto que llamamos igual a dos tipos de seres que, siendo parecidos, no son el mismo.
Se llama lobero al hombre o la mujer que fue criado por lobos y se hizo en espíritu uno de ellos. Corren con ellos, comen con ellos y algunos se han visto a la cabeza de manadas.
Pero los más famosos son los loberos que han sido maldecidos. Algunos dicen que la maldición se pasa de padres a hijos, otros que se produce por comer carne con gran voracidad o que puede darse en el séptimo hijo varón o que son necesarias varias de estas condiciones o ninguna...
En fin, ha de saberse que cuando un hombre es maldecido de aquesta forma se revolcará en la tierra y al levantarse tendrá forma de lobo monstruoso. Son más fuertes que un lobo y más listos, pues conservan cierto intelecto del hombre que fueron.
Así podrá, durante los siete años que dure su maldición, tener poder sobre las manadas de lobo. Y dependiendo de su naturaleza las alejará del ganado y los hombres o sus depredaciones aumentarán. Por esto último los loberos son especialmente objetivo de la ira del pueblo y solo en esos casos la Ronda los busca para capturarlos y así contener sus tropelías.
Pasados esos siete años volverá a revolcarse por tierra y recuperará su naturaleza humana, aunque conservará por siempre siete pelos de lobo, como recordatorio de la maldición sufrida.
Y esta ha sido una entrega de Criaturas de Ablaneda; la primera y ojalá no la última. Se me quejan amistosamente de que el básico de Ablaneda no tiene suficientes criaturas de las que huir, de modo que me he planteado escribir un bestiario más completito.
Considero que este tipo de cosas se hacen mejor en un blog, así yo estoy más animado, recibo retroalimentación (o espero recibirla (esto es un acto de fe y no llevar un trono)) y es más probable que lo termine.
Sigan la serie con atención y gracias por leerme, valmar Cerenor!
Pues yo quiero estadísticas.
ResponderEliminar¿Alguna sugerencia, maese?
EliminarTal que ésto:
ResponderEliminar"Mientras dure la maldición, un personaje transformado perderá la capacidad de usar su trasfondo, así como los rasgos asociados a éste. En su lugar deberá usar el trasfondo de lobero aquí descrito, escoger rasgos nuevos y repartir 15d entre ellos. A todos los efectos la maldición lo habrá transformado en una criatura que poco o nada tendrá que ver con su anterior persona."
Por ejemplo.
Mmmm...¿por qué habría de perder sus rasgos? ¿No conserva nada de su motivación inicial, ningún conocimiento? Yo simplemente lo haría como si de una evolución de personaje se tratase. Añades en el trasfondo lo que creas conveniente y permites que haya un trasvase de dados entre los rasgos antiguos y los nuevos que crees. Vamos, la manera clásica. Obviamente este trasvase ha de ser justificado, afectando a aquellos rasgos que sean sensibles a este cambio. Además, una vez se recupere, el proceso sería el mismo pero con una finalidad inversa, reflejar una vuelta a la normalidad ¿total? No tendría por qué serlo, el trasfondo refleja que fue en algún momento Lobero con lo que ello podría causarle algún inconveniente o ventaja, y quizá ¿por qué no? conservar algún rasgo adquirido durante la permanencia en el estado maldito.
ResponderEliminarLa verdad es que tu idea me gusta más, Aured. Después de todo es lo que deja traslucir el trasfondo.
EliminarMe gusta. Así que tienes feedback positivo. ;)
ResponderEliminarOh, Diox mío, me voy ahora mismo a bailar el baile de la felicidad. :p
EliminarEs original. La idea de pasar 7 años convertido en lobo, en lugar del ciclo día/noche con luna típicos, es nuevo (o yo no lo conocía).
ResponderEliminarHombre, nuevo precisamente no es, está cogido tal cual de la mitología de Asturias. xD
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