Señor del trueno, el rayo y la lluvia. Tal es Thor, hijo de Odín e Iord; más fuerte que cualquier dios, mortal o gigante, con los que gusta de guerrear en su tiempo libre. Thor no es un diplomático, para él la acción es la única respuesta, pero es un aliado leal y un valedor de los necesitados, mortal o dios.
Su barba pelirroja es inconfundible junto al poderoso Mjölnir, el martillo con el que hace temblar los cielos y la tierra que solo él puede usar y con ayuda de dos guanteletes de hierro y del cinturón que duplica su fuerza, ya inmensa de por sí.
Cuando viaja lo hace siempre sobre su carro volador tirado por dos machos cabríos que también sirven de comida de emergencia, pues son capaces de regenerarse a partir de sus huesos. Si no fuese por este carro, Thor nunca abandonaría Asgard pues su peso es tan grande que le está vedado el puente bifrost.
Reside en Bilskírnir, el mayor palacio de Asgard, con su esposa Sif, el hijo anterior de esta, Ull, y sus dos vástagos: Módi y Magni.
Hombre santo (Thor): un hombre santo de Thor digno de serlo debe cumplir tres requisitos: haber matado a un gigante en alguna ocasión, blandir solo armas romas (preferentemente martillos de guerra) y socorrer a los necesitados en el acto, sin más consideraciones.
A cambio de esto el hombre santo será inmune a las inclemencias del tiempo y sobre todo a la electricidad, que podrá pasar por su cuerpo sin causarle daño. Si posee la habilidad Romas, se considerará que tiene un +3 en lugar del +2 habitual. Además podrá rogar a su dios patrón para que cambie el tiempo a su favor, aunque es mejor no abusar...
Podéis encontrar las reglas de hombres santos AQUÍ.
Gracias por leerme, valmar Cerenor!
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