«Y a su paso solo dejan cenizas».
—Viejo beduino.
Nomenclatura. Zebra de fuego. Acelenizas. Fuego equino.
Descripción. Una cebra hecha de brillantes llamas.
Cantidad que aparece. Harenes de un semental y hasta seis hembras con una cría (1 más 1d6 hembras más 1d6 crías (no puede superar al primero)).
Tamaño. Algo menos que un caballo.
Armadura/evasión. Como un caballo, sin embargo, están tan calientes que golpearlas no suele ser buena idea, pues las armas se deshacen y pueden quemar.
Resistencia. Como un caballo.
Movimiento. Como un caballo.
Inteligencia. Como un caballo.
Comunicación. Como un caballo.
Disposición. Son tremendamente cobardes y escapan corriendo al menor signo de problemas.
Violencia. Como un caballo, coces y mordiscos, más el doble de daño por horribles quemaduras. Además disponen de un arma de aliento de fuego que pueden usar una vez al día.
Enemigos. No tienen depredadores naturales, pero están enfrentadas a los espíritus de la lluvia y sus servidores como los zahoríes. Además, los granjeros y habitantes de la saban las odian, así como los viajeros, por los incendios repentinos que causan.
Metas. Causar incendios.
Guarida. Ninguna, recorren la sabana iniciando fuegos.
Tesoro. Ninguno.
Peculiaridades.
- Después de la estación húmeda, cuando la hierba se seca durante meses hasta convertirse en pura yesca, la sabana debe arder. Para ello los dioses del fuego liberan sus rebaños de zebras incendiarias y las recogen de nuevo en sus volcanes-corral cuando han acabado.
- Sus pezuñas son hierros al rojo: allá por donde pasan sus pezuñas inician un pequeño fuego.
- A veces la gente de la sabana intenta invocar a elementales de lluvia para pararles los pies. Generalmente sus clérigos dicen que no, porque este es el orden natural de las cosas, pero a veces las criaturas van demasiado lejos...
- Algunos hechiceros malignos saben dirigirlas contra determinados sitios, especialmente aldeas.
- Son la montura de guerra de las huestes de los dioses del fuego.
Cuando lo encuentras está...
1-2. Pastando tranquilamente.
3-4. Corriendo y haciendo que todo arda.
5. Enfrentándose a un zahorí con poderes de agua.
6. Siendo acorraladas por aldeanos enfurecidos.
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!
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