miércoles, 12 de diciembre de 2018

El dolor de muelas


Saludos, muníficos lectores,

El dolor de muelas es una rata gigantesca, del tamaño de un cerdo listo para la matanza. Su pelo es largo y sedoso y, de algún modo, está finamente trenzado y decorado con una miríada de dientes humanos, que le aportan cierto grado de protección contra los golpes.

Su propia mandíbula también está hecha de dientes humanos: son irregulares, delatando que claramente provenían de distintas personas, pero todos son blanquísimos y perfectos, finamente escogidos.

Si el dolor de muelas te muerde una vez, te genera un dolor de muelas paralizante que empeora todas tus acciones hasta que remita pasadas 1d6 horas. Si te muerde dos veces o más, el efecto es permanente y no remitirá hasta que te hayas arrancado todos los dientes. Por supuesto, si sabes que te vas a enfrentar a él, puedes arrancarte todos los dientes preventivamente. Se dice que por esto, el dolor de muelas teme a los ancianos.

Una vez acaba con sus víctimas, usa sus manitas de rata para arrancarles sus dientes uno a uno y guardarlos en su saquito de cuero humano, del que entonces saca una moneda para dejarla en la boca del pobre desgraciado.

Es inteligente y sabe exactamente cuántos dientes tienes en la boca, incluyendo cuántos son de verdad. Por eso se dice que se le puede aplacar si le entregas todos tus dientes o una moneda por cada uno de ellos (o, incluso, dientes de otra persona, siempre que sean de su agrado).

El dolor de muelas rara vez trabaja solo, sino que a menudo se hace acompañar de ratas gigantes, hombres rata o enjambres de ratas que están a su servicio y a los que paga con la carne de los pobres desgraciados a los que roba la dentadura.

Su tesoro está increíblemente bien escondido, y el dolor de muelas llega a él por caminos retorcidos y ocultos, pero las leyendas dicen que contiene un montón de dientes (por supuesto), un montón de monedas, un buen puñado de dientes de oro y, su posesión más preciada, una reliquia de un santo, su mandíbula incorrupta, aún blanquísima y brillante tras el paso de los siglos.

Si lo veis, la mejor precaución a tomar es correr.

Gracias por leerme. Valmar Cerenor!

Dedicado al dolor de muelas de Eru Belleman.

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