miércoles, 15 de febrero de 2017

Sukero City Actual play (23)

Hola de nuevo, amigos, soy yo otra vez, Natsuki, el uniforme escolar parlante y vengo a hablaros de lo que ha pasado en lo que Kha llama "campaña de testeo de Sukero City". Bueno, en realidad, no soy un uniforme, sino el fantasma de una chica muerta que fue a parar a un uniforme que luego fue comprado de segunda mano... Es una larga historia. Pero si queréis seguirla bien, podéis echar un ojo al resumen de lo ocurrido hasta ahora que os hice hace ya casi un año.

En la última entrega, nuestros amigos habían resuelto el caso del Ryokan Mysterio y al día siguiente, miércoles, cogieron el autobús vespertino de vuelta a la ciudad.

-Hombre de Blanco: Y bueno, volvéis a la ciudad. ¿La echabais de menos?
-Cath: Hay un pulpo gigante en mi casa, así que no.
-Boos: Es como si nunca hubiésemos salido de ella.
-Hombre de Blanco: Bueno, técnicamente seguís en el municipio. Pero claro, es una ciudad-estado...

Satoshi había desaparecido el día anterior, arrastrado por el Hombre de Blanco... Pero ya hablaremos más adelante de dónde estaba.

Al llegar a la parada nuestros caminos se dividen para intentar raspar en sus objetivos semanales: Boos se va a tocar el violín para sacar algún dinero, y Catherine y Valerie deciden volver a casa corriendo porque no hay que perder ni un momento. Yo fui con ellas pero no corrí por aquello de no tener piernas...

En algún momento del camino Cath se dio cuenta de que tenía que hablar algo más o menos urgente con Boos y la llamó.

-Cath: ¿Puedes pasarte tú por el barrio de los aliens devora humanos? Puedes ir en forma de gato: tendrían que ser asía de Alf para que te comieran.
-Val: No puedes verla, pero tiene los brazos muy abiertos.
-Boos: ¿Qué hay que hacer en ese barrio?
-Cath: El pulpo de mi casa es no sé qué de un dios de la guerra para su gente y hay que quitarlo con un ritual raro. Hay que saber cómo hacerlo y qué hace falta. Y si pueden hacerlo ellos, tanto mejor. Mira, te paso un correo que me mandó uno de ellos.

-Boos: ¿Y paseándome por ahí como un gato tengo posibilidades de hacer algo?
-Cath: Puedes intentar negociar. No todo es matar gente o escapar de ella, ¿sabes?
-Boos: ¡Fuiste tú quien los llamó devorahumanos!
-Cath: ¡Coño, porque lo son!
-Val: No todos, solo unos cuantos. Y eso no los hace necesariamente devoragatos.
-Cath: Vamos, que tienes más posibilidades de sobrevivir que alguien que puede ser solo un animal, como yo.

-Boos: ¿Y si ven que hablo no desconfiarán? Siempre puedo disfrazarme como un gato alienígena y mentir sobre el lugar del que provengo.
-Cath: ¿Yo qué sé qué saben de ese planeta?
-Boos: Ha ha
-Cath: Y si ves que la cosa se pone chunga, pues oyes, como gata escapas mejor, ¿no? Pues eso.
-Val: Y es todo más misterioso en general.
-Cath: word.
-Val: Imagina, estás haciendo cosas de alienígena inmigrante cuando de pronto llega un gato negro preguntándote sobre antiguos rituales de tu pueblo.
-Cath: seguro que hay un anime de eso. O varios.

-Boos: Aun así me gustaría un plan B por si la cosa se pone fea.
-Cath: Vale, podemos hacer lo siguiente: tú me pagas ahora mismo por el dron para transportar ropa cuando estás transformada y, en lugar de ir haciéndolo, lo hago a toda hostia y te lo tengo listo para mañana. Así, si las cosas se ponen feas cuando hables con ellos, te montas en el dron en forma de gata y te largas como un villano de James Bond. No está optimizado para eso, pero puede soportar el peso de una gata adulta.

Por alguna razón a Boos esto no le pareció un plan descabellado y aceptó. ¿Pero quién soy yo para juzgar planes descabellados? Seguramente morí de algo así.

-Cath: Ah, quería contarte otra cosa. ¿Cuánto sabes de cibercerebros que no son el tuyo? Tengo un cadáver de una amiga que tenía uno con cosas que necesitamos para acabar el trabajo que estaba haciendo antes de convertirse en cadáver. Así que básicamente vamos a exhumar su cuerpo, tratar de que no nos pillen los bichos-perro egipcios que la mataron (aunque no fue en ese cementerio, pero es igual) y eso, básicamente quería saber si podrías sacar datos de forma segura. Preferiblemente in situ.

Y tras un rato hablando de cómo cuando el sistema orgánico muere el cibercerebro entra en suspensión y hay que hackearlo para sacar los datos (ya que probablemente Aoi no dejó en vida claves de acceso a nadie), se despidieron. Boos fue a tocar su violino y Cath dedicó el resto del día a ocuparse del dron mientras Val y yo terminábamos una temporada de una serie.

En cuanto a Satoshi...

-Hombre de Blanco: Satoshi está desaparecido del mundo. Eso quiere decir una cosa y solo una: puedo volver a usar mi tabla de "A dónde te ha mandado el Hombre de Blanco". *sonido de dados* Cuando abres los ojos, ves que un mapache te está mirando.

Satoshi se lanzó a cogerlo porque era muy mono, blandito y abrazable, pero estaba maniatado a unos asiento de un autobús en marcha que se habían modificado para servir de camilla.

Cuando le pidió que lo soltara, la respuesta no fue nada halagüeña: "no puedo corier el rieso de que seas espía, debo prrocederr a lobotomizarr".

Pero gracias a que Satoshi parece inofensivo y a su labia [nota: tiene Carisma 88 y pasó una tirada de negociar], consiguió que el mapache no lo considerara una amenaza. Así que lo soltó y charlaron un poco mientras llegaban a la parada.

-Mapache: Hago estudios estadísticos del trransporrte público, intientando prredecir patrones en la fluctuassión de la durassión de las rutas y el niumerro de passaheros. Y construio armas parra pagarr las facturras. ¿Quierres un proiector de energuía?
-Satoshi: Ahora mismo no, pero me quedaré con su tarjeta... Si tiene una.
-Mapache: Así es. Y reciuerda: la línea 327".
-Satoshi: Bien, gracias. Por cierto... ¿Conoce a los que planean la ciudad como un enorme crucigrama? Quizás su investigacion podría ayudarle.
Mapache: No, no quierro nada que verr con esos fanáticos religuiosos.
-Satoshi: En. Tien. Do.

Tras bajar del autobús, a Satoshi le pasó algo mucho más normal: un gato parlante hecho de galaxia le invitó a tomar el té.

Este gato era el mismo que les ayudó cuando se quedaron encerrados en Gardenview Academy y fueron atacados por criaturas negras, un episodio que fue posteriormente borrado de sus mentes por el Comité. Lo cual no es motivo de preocupación en absoluto. Recuerdo cuando lo descubrimos en aquel mundo virtual, estuvo bien volver a tener mi cuerpo por un tiempo...

Pero volviendo a la historia, el gato levantó la cola y la dividió en dos para hacer una boca y saludar con una voz grave.

-Gato: Saludos, Satoshi Richards, vengo a transmitirle un mensaje de mi ama.
-Satoshi: Ah, bueno. Esto es lo más normal que me ha pasado hoy.

¿Veis?

-Satoshi: Así que proceda.
-Gato: Le cita a usted y a sus amigas del club de ayuda sobrenatural a tomar el té en su casa mañana. Puede leer la dirección si aprieta los ojos muy fuerte.

Y, en efecto, entre las chiribitas que se forman al apretar los ojos, podía ver una dirección.

-Gato: Pueden acudir con ropa de calle.
-Satoshi: Oh, que cómodo. Pues allí estaremos.
-Gato: El nombre de mi ama es Nana, pues creo que no lo recuerda.
-Satoshi: ¿Nana como el manga clásico?

Pero en lugar de responder se subió a un tejado y desapareció misteriosamente. O se fue por el otro lado... Probablemente lo segundo.

-Satoshi: ¡Hasta más ver, gatete cósmico!

Tras estos dos encuentros, Satoshi se dirigió a toda pastilla en metro hasta el campus, donde había quedado con Hideo-senpai para conducirlo hasta la bruja Valborg y que le levantara la beldición que lo hacía demasiado irresistible para las mujeres.

Por el camino iba escuchando la radio: "[...] porque en el paraíso de la libertad puedes hacerlo. Hay restaurantes donde te cortan una pierna, te la cocinan y te la ponen de comer. A ti y a tu familia, porque es mucho para uno solo. O para tu cita. Es buen sitio para impresionar a una chica cuando lleváis un tiempo saliendo: muestra compromiso. Después puedes ponerte una robótica o hacer que te cultiven otra en un tanque genético, quiero decir, tienes pasta para que te hagan cirugía y alta cocina la misma noche". Apagó la radio.

Cuando llegó frente a la facultad de Bellas Artes se encontró con Hideo saliendo por la puerta, perseguido por una marabunta de chicas de su más acérrimo club de fans. Por suerte ambos chavales consiguieron darles esquinazo con el viejo truco de los contenedores. "No sé cómo no han caído aún en el truco de los contenedores". Por suerte para el metro tiene gorro y gafas de sol y eso normalmente funciona. ¿Quiere eso decir que su beldición solo tiene efecto si le ven la cara?

Valborg los recibe y se disculpa con Hideo. Su gata blanquita con manchas de corazones, Walpurgisnacht, a la que Hideo salvó la vida en su momento, está bastante contenta de verlo. Espero que no acorte el nombre de la gata como Val. Ya es bastante confuso con solo Valerie y Valborg...

En cualquier caso, les hizo pasar a la sala de invocación donde hace sus cosas paganas y les pidió disculpas por el desorden. En ella, además de desorden, había un pentagrama rosa en el suelo rodeado de velas y un libro de aspecto moderno al lado.
-Valborg: voy a intentar manifestar el espíritu de la beldición para hacer que se marche. Si todo va bien, nadie saldrá herido.

Después de unas cuantas salmodias y cosas rituales sobre Hideo más tarde, todas las velas se apagaron de un soplo y empezó a oírse un quejido.

-Valborg: Tenemos un problema. Retiro lo de que nadie va a salir herido.
-Satoshi: ¿Qué pasa exactamente?
-Valborg: El amor es como un hilo muy duro que se resiste a romperse, se resiste a morir. Y Hideo está tan lleno de ellos, tan lleno de amor no correspondido que prácticamente... ha tomado vida de verdad. ¿Sabes lo de que el amor puede dar miedo y doler? Pues estamos tratando con eso.
-Satoshi: A ver, ¿como acabo con eso?
-Valborg: Se ha formado una especie de espíritu vengativo a partir del conjuro, derrotarlo es la única forma de romperlo, pero claro tendría que materializarlo y...
-Satoshi: Pues nada, ¿POR QUE TODO TIENE QUE ACABAR A TORTAS?

Eso fue lo que gritaba mientras se transformaba, porque al parecer le parecía una buena frase para gritar mientras te transformas.

A su orden, Valborg materializó el espíritu:


Pero antes de intentar luchar con ella, Satoshi decide intentar lo imposible:

-Satoshi: YO SOY EL BIEN Y LA JUSTICIA ESE AMOR SE MERECE AL MENOS HABLARLO

Y lo intentó:

-Satoshi: En el fondo sabes que no era amor de verdad, era un hechizo. No tienes razón para estar enfada, puesto cuando acabe el hechizo todo acabará¡ El dolor, el rechazo... acabará, porque no es real.

Y por algún extraño milagro [nota: había 8% de posibilidades de que la acción social funcionara], el espíritu pareció comprenderlo y tener un conflicto entre lo que era y lo que él le decía, hasta darse cuenta de que no tenía razón de ser en realidad y se ofreció para que la destruyera.

-Satoshi: ¿No podemos hacer algo, Valborg? ¿Exorcizarle la mala leche o algo?
-Valborg: Su propia existencia es dolor, es un embrollo en el tejido erótico. Mi diario no se va a creer esto.
-Satoshi: Uh, tejido erótico...
-Valborg: Pero si pudiéramos encontrar la forma de revertirla, podríamos convertirla en un espíritu guardián que velase por todos estos hilos.
-Satoshi: (dejando caer una lágrima) ¡Lo haré! ¡Sea como sea, lo haré!
-Valborg: Tendré que investigar como hacerlo y Hideo tendrá que seguir así un tiempo. For science, digo, magic.
-Satoshi: ¿Cuanto tiempo? Hideo, ¿que te parece? No puedo hacerlo sin tu consentimiento.
-Valborg: En realidad no lo sé, unos días, unas semanas...
-Hideo: Supongo que parte de esto ha sido culpa mía, es lo menos que puedo hacer por todas esas chicas.

Y habiendo acordado todo esto, cada uno se volvió a su casa. Satoshi pasó el resto del día entrenando artes marciales. ¿Fin?

Gracias por leerme a mí y a Kha. Valmar Cerenor!


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