¡No más medallones genéricos! En homenaje a Against the Wicked City.
1. Un tatuaje sagrado. Debes hacerte uno nuevo cada mes para demostrar tu devoción, como hicieron tu padre y su padre antes que él.
2. Unas esposas con la cadena rota: no te las quitas desde que tu dios te devolvió la libertad.
3. Un ojo de oro con el símbolo sagrado en la pupila: el precio de entrar al culto era sacrificar algo muy valioso.
4. Daga grabada con símbolos de poder que te entregó tu maestro antes de su última batalla.
5. Una concha de escarabajo gigante de forma peculiar, prueba de que peregrinaste a tierras lejanas.
6. Hueso de un santo que siempre llevas al cuello: el cuerpo se conservaba en tu monasterio antes de que se incendiara.
7. Cayado hecho con la madera de un árbol en el que se te manifestó tu deidad para ordenarte que dedicaras tu vida a combatir el mal.
8. Una moneda en la que marcaste el símbolo de tu dios. La llevas como recordatorio de que aquellos que ponen la codicia por delante de la justicia siempre reciben su castigo. Tú fuiste la mano que lo ejerció aquel día.
9. Un diente de dragón tallado: muchos buenos cayeron para derrotarlo, pero los dioses favorecían vuestra causa.
10. Un pequeño tríptico de madera con escenas piadosas pintadas. Tu hermano siempre tuvo mucho talento.
11. Una trenza de pelo de tu hermana, consagrada a la diosa de las doncellas el día de su duodécimo cumpleaños. Ha pasado ya una década, pero juras que algún día volverás a verla.
12. Un coprolito producido en su día por uno de los profetas mayores, engarzado en oro y plata. Es tu más preciada posesión.
Un coprolito, en serio esa mierda! XD
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