Prosigo aquí con mi diario de diseño del Alcázar de los Cuervos, mi megacalabozo situado en la España Extraña en tiempos del Cid.
Dadas mis intenciones de jugar el Alcázar con algo reminiscente de D&D básico, la creación de personaje sigue parámetros parecidos. Cambia sobre todo en el alineamiento, la selección de clases (de las que hablaremos en un momento) y en que, al estar toda la campaña centrada en algún punto entre Zamora y Salamanca, el origen de los PJ se determina tirando 1d100 en esta tabla:
1-3. Villaparda de los Alcaides
4-11. Asturias
12-13. Lugo
14-15. Orense
16-17. Santiago
18-19. Tuy
20-21. Astorga
22-23. León
24-25. Toro
26-27. Zamora
28-29. Braga
30-31. Coímbra
32-33. Oporto
34-35. Santarem
36-37. Cantabria
38. Burgos
39. Segovia
40. Soria
41-47. Frontero
48. Guipúzcoa
49-50. Vizcaya
51. Álava
52-56. Aragón
57-61. Condados catalanes
62-62. La Rioja
63-70. Navarra
71-72. Taifa de Almería
73-75. Taifa de Badajoz
76-77. Taifa de Granada
78-79. Taifa de Málaga
80-81. Norte de África
82-83. Taifa de Sevilla
Grupo de PJ listo para la acción. |
87-88. Taifa de Valencia
89-90. Taifa de Zaragoza
91. Muladí
92. Árabe
93. Bereber
94. Eslavo
95. Franco (Alemania)
96. Franco (Francia)
97. Italia
98. Franco (Países bajos)
99. Franco (Suiza)
100. Judío (vuelve a tirar)
A veces se les puede dejar escoger. A veces. El ser mozárabe, mudéjar, etc. sí queda a elegir.
En lo que respecta a las clases, el guerrero y el pícaro se mantendrían prácticamente iguales. Sí, pícaro y no ladrón o especialista, porque en una campaña de ambientación hispánica es el único sitio donde admito la denominación.
Los principales cambios vienen en las clases de lanzadores de conjuros y el hecho de que no hay clases no humanas, nada de elfos, enanos o medianos, todos humanos.
Para compensar un poco esta ausencia, añado clases de lanzadores de conjuros. En el caso del clérigo, este queda dividido en dos clases:
- El fraile exorcista, que es un clérigo que pelea mal, pero tiene más conjuros (casi un mago divino).
- Y el caballero de hermandad militar (por defecto, la ficticia hermandad de [Santa Quiteria). La idea es que el caballero es, mecánicamente, el elfo: guerrero lanzador de conjuros inmune a la parálisis. Para compensar el hecho de que pueda usar magia divina en lugar de arcana, solo tiene tantos espacios de conjuros como un elfo de un nivel inferior: el primer nivel no pueden usar magia porque su fe se está poniendo a prueba.
Las clases capaces de usar magia arcana, por otra parte, son tres:
- El estrellero es en buena medida el mago vanciano más tradicional, con algún añadido como poder leer las estrellas antes de una aventura.
- El saludador es un mago más popular y rural. Al contrario que el estrellero, no tiene un libro de conjuros, sino que usa objetos encantados para usar magia. Además, puede hacer preparados, pociones y amuletos para almacenar sus conjuros. Es en buena medida un conjurador mucho más "materialista" aunque siga siendo bastante vanciano.
- Finalmente está el sabio aljamiado, especializado en controlar almugezas, las máquinas y artefactos maravillosos del Alcázar creados con sabiduría mahometana, como autómatas, alfombras voladoras o trampas imposibles. También trata con los genios (de los que puede obtener conjuros) y trastea con alquimia cuando tiene tiempo.
Ah, y he aquí un mensaje del Gran Maestre de la Orden del Hacha Naranja:
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Mola, mola... Que ganas de que estoy salga adelante, a ver qué pasa.
ResponderEliminarA ver, a ver. Por ahora es trabajo de minar y organizar el CONICIMIENTO PROHIBIIIDO.
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