1. La serpiente entre las hojas muertas. Cuando crees haber encontrado todas las dagas que ocultan, es que te has dejado alguna.
2. Escuela del oso negro. Si no puedes apretarlo hasta la muerte, no merece la pena para empezar.
3. Secreto de la mano verde. Especializada en enfrentarse a trasgos, orcos y similares, sacando ventaja de su biología.
4. Arte del ratón. Dedicada a luchar contra grandes humanoides como ogros o gigantes. Una cantidad alarmante de sus técnicas incluyen apuñalar traseros.
5. Escuela del puño vorpalino. No enfades a alguien que puede decapitarte de un puñetazo.
6. Maestros de los tres mil anillos. Entrenados para enfrentarse a monstruos ofidios: son inmunes a la mayoría de venenos, saben dislocarse huesos para escapar de la constricción y pueden estrangular cualquier cosa.
7. Escuela de las sombras. Aprenden a luchar solo con los ojos vendados, así no se preocupan de inconvenientes como la oscuridad, las tormentas de arena, las gorgonas o los basiliscos.
8. Cazadragones de Shepphira. Eran tan efectivos que la escuela se extinguió cuando los dragones empezaron a escasear. Ya solo quedan uno y su discípulo.
9. Espadachines místicos de Lehara. Son capaces de golpear a sus enemigos a distancias cortas empleando solo su fuerza vital. Son pocos, pues pasa solo de un maestro a un discípulo.
10. Escuela del lobo. Sus llaves y golpes están pensados de modo que el maestro está constantemente en posición de morder a su adversario. Muchos se liman los dientes.
11. Maestros de las cadenas. Atrapan a sus enemigos con ellas, golpean, se agarran a cosas para hacer acrobacias, se rodean los puños y piernas con ellas...
12. El baile del hombre muerto. Un estilo cuasisecreto creado por los presos de las cárceles más duras de las ciudades libres, cada vez más popular entre la escoria de los barrios bajos.
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