Las escaleras tras la gran puerta descienden metros y metros, al final, llegáis hasta una sala llena de altares.
1. Altares bendecidos contra los saqueadores: si alguien toca uno con las manos desnudas, sentirá la pulsión de dejar todo su tesoro en él, darse la vuelta e irse para no volver.
2. Bandidos mutantes que encontraron una entrada alternativa que da directamente a este nivel. Han establecido aquí su guarida y están corrompiendo una capilla para dedicarla al Caos.
3. Trogloditas que han excavado hasta el nivel y ahora se alimentan de los cuerpos de los sacerdotes enterrados aquí.
4. Wraiths benignos de clérigos que realizan continuos oficios religiosos en distintas partes de este nivel y combaten a intrusos. Aún conservan algunos conjuros.
5. Gules de los muertos que se negaron al sacrificio voluntario y a los que el resentimiento ha hecho volver de la tumba.
6. La dama de las velas. Mantiene las velas del nivel siempre encendidas. Enfrentarse a ella es casi una condena a muerte.
7. Pasillos con el suelo lleno de clavos y gárgolas que vomitan aceite resbaladizo cuando alguien pasa cerca.
8. Puertas secretas que solo se revelan con los cánticos adecuados.
9. Un camino formado por velas que acaba llevando directamente a la entrada al siguiente nivel, pero da rodeos para pasar por todas las trampas.
10. Arcos mágicos que castigan mágicamente a todo aquel que no lleve a cabo los rituales de purifiación prescritos.
11. Una enorme pira alimentada por el aceite de las gárgolas, lleva siglos encendida.
12. El inicio de un gran túnel que desciende hasta el siguiente nivel. Frente a él están las piscinas de una naga que juró lealtad eterna al rey y su pequeña cohorte de elfos acuáticos.
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