Posar, +25 puntos. Fuente. |
En un asalto de Sukero City puedes llevar a cabo dos acciones de dos tipos distintos: una de combate (como atacar) y, antes, una de drama, que sirven sobre todo para contener acciones más abstractas (como tratar de sorprender al enemigo o usar acciones sociales como intimidar) y para dar color al combate.
Y en este último caso, el tipo de acción de drama que sobresale sin duda son los bonificadores de gloria (antes conocidos como bonificadores cinemáticos).
Un bonificador cinemático es algo que el personaje o el jugador (o ambos) hace para conseguir un bono a su tirada, normalmente a la vez que su personaje. Por ejemplo en su día ponía estos ejemplos (teniendo en cuenta que es un sistema porcentual):
Pero hay un buen puñado más como bonificadores que solo puedes usar cuando estás al borde de la muerte, si te enfrentas a un enemigo que te derrotara en el pasado o poniendo el tema de su personaje de fondo.
- Cámara lenta (+5): este es un bonificador algo extraño. En tu acción de drama solo debes declarar que vas a usarlo y, en tu acción de combate (la acción de drama de la próxima ronda) debes describir con gran detalle la acción que llevas a cabo. Puede usarse varias veces por combate.
- Catchphrase (+10): hacer un chiste o soltar una frase molona. Puede usarse varias veces por combate, pero no se puede repetir la misma.
- Enseñar piel (+15): abrirse la camisa, recogerse el pelo, ponerse su sombrero de pelear o cualquier otra cosa que cambie ligeramente su apariencia física y demuestre que va en serio.
- Posar (+25): sacrificas tu acción de combate para intentar parecer muy guay. Por supuesto, debes describir cómo. Se aplica la siguiente ronda.
- Entrada dinámica (+20): entrar en un combate ya empezado de forma inesperada.
- Last stand (+20): puedes usar este modificador si tienes -1PV o menos, pero se mantiene la regla de que solo puede usarse una vez por combate.
Y lo mejor de esto es que la gente lo hace. La gente en jornadas me saca el móvil y me pone el tema de su personaje. En mi memoria está grabado un señor con barbas y pelazo haciendo poses de chica mágica.
Y la verdad es que creo que se debe a tres razones.
Enseñar piel, +15. Fuente: Hokuto no Ken |
Segundo, porque es bastante orgánico e intuitivo. Es una lista concreta de cosas que puedes hacer para meterte más en tu personaje y la forma en la que el juego te va a recompensar por ello. Y además son formas que como "¡mis nakama!" o "enseñar piel" te recompensan por hacerlo dentro de las convencioines que el juego pretende emular.
Y, por último, porque los combates con personajes en rango 1 pueden ser una verdadera escabechina. Si solo tienes 35% de posibilidades de darle a un tío, vas a raspar de donde sea. ¡De donde sea!
Aunque por supuesto el raspar es limitado, no puedes abusar de los bonificadores porque (a no ser que se indique lo contrario) solo puedes usar cada uno una vez al día. Por ejemplo, enseñar piel solo te sirve la primera vez y luego tienes que dormir ocho horas. No es muy realista, pero tampoco lo es que rasgarte la camiseta haga que pelees mejor. ¡Lo que sí es es divertido!
Pero, como iba diciendo, eso es sobre todo en rangos bajos donde, de todas formas, asumo que los jugadores también son inexpertos y no saben sacarle todo el juego al sistema de combate (con acciones como sorprender, defenderse, etc.) y que irán aprendiendo con el tiempo. Porque, además, por supuesto con personajes más avanzados esas maniobras también son más efectivas, mientras que los bonificadores de gloria no evolucionan con el jugador. En cierta forma los veo un poco como esa muleta inicial y no es algo malo, el hecho de que el sistema evolucione al paso que lo hace una campaña da profundidad sirve para mantener el interés en las mecánicas sin parcheos raros.
Ah, y, por cierto, aunque los he expandido y adaptado bastante, recuerdo que la idea original no fue mía, sino que la tomé de Badass, un minijuego de rol de tíos duros que le da una patada en la boca a la lógica, le retuerce el brazo y le hace llamar llorando a su mamá. Y es gratis y de la misma editorial que nos trajo Guerrero, Pícaro y Mago, así que merece la pena echarle un ojo. Aunque sea para ver cuánto he saqueado.
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!
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