¡Por fin ha ocurrido! |
Pero avanzando por las tierras fértiles de la ruta comercial, dejando las grandes Montañas del Titán a la mano derecha, de pronto vieron una casa aislada arder en la distancia. Con el arrojo que les es propio, los miembros de la compañía fueron a investigar y, al acercarse, notaron que el incendio era probablemente provocado y vieron a seis personas que se alejaban corriendo.
Les siguieron con sus monturas y les increparon, pero entonces sus adversarios se dieron la vuelta y se transformaron en terribles licántropos cocodrilo que les esperaron con sus azadas y otras herramientas en ristre.
Los alguaciles debatieron al galope qué hacer ahora que tenían frente a sí a seis horribles criaturas y llegaron a la conclusión de que lo mejor era darse media vuelta y atacar a las criaturas cuando la situación les fuera más ventajosa, y así pusieron en práctica una retirada táctica.
Al día siguiente volvieron y comprobaron que la casa casi había ardido hasta los cimientos, quedando solo un muro bajo y algo de la estructura.
Siguieron las huellas de los hombres cocodrilo y vieron que llevaban hasta un tupido cañaveral. Por medio de la magia supieron que estaban escondidos en el interior y, muy juiciosamente, decidieron no introducirse en un lugar donde sus oponentes tenían la ventaja.
¡Que vengan! ¡Nuestra emboscada es perfecta! |
Y en efecto las criaturas llegaron: seis hombres cocodrilo atacaron la casa, pero el grupo de fuera consiguió dividirlos llamando la atención de la mitad de ellos con arcos* y después ocultándose gracias a las habilidades de Gundric.
No obstante, los del interior estaban a punto de sufrir un duro revés: los clérigos habían desaparecido arrastrados por las nieblas cibernéticas y estaban solos los guerreros, el explorador y el mago contra tres de las criaturas. Una de ellas se interpuso frente a los caballos para impedir que huyeran y las otras empezaron a trabajárselos bien.
El grupo de fuera disparaba desde las colinas, tratando de concentrar el fuego en la misma criatura, pero sus flechas no parecían hacerle más que cosquillas, por lo que decidieron lanzarse a la carga también al interior de la casa. No obstante, su brutal ataque no fue suficiente para romper a las criaturas. Lejos de eso, los crocos empezaron a relamerse ahora que todas sus presas se habían concentrado a su vista en el mismo sitio.
Muchos cayeron derrotados por las fauces de las bestias, pero la suerte permitió que Tawizu se hiciera con un dromedario y saliera al galope. Los hombres cocodrilo, no queriendo que nadie se escapara y viendo que los demás habían sido derrotados, fueron todos en pos de ella. La guerrera aprovechó sus habilidades de monta para darles esquinazo y volver a la casa, donde comprobó que todos estaban vivos, les ayudó a montar y salieron de ahí lo más rápido que permitieron sus monturas.
Bueno, no siempre se puede hacer cumplir la justicia del duque y hacer sus tierras algo más pacíficas, pero se intenta. Así Légobar, el juglar más rápido de Avarnia Meridional, se apresura a consignarlo en verso vulgar. Muchas gracias por leerme. Para más info sobre Avarnia Meridional consultad el índice de entradas. Valmar Cerenor!
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Ruedan los dados...
Director: sois los peores arqueros de la historia.
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