«No os acerquéis a la vieja torre. En las noches tranquilas se las puede oír: hilando, danzando... o comiendo».
—Burgomaestre local.
Nomenclatura. Princesa zombi, Princesa no-muerta, Infanta devoradora.
Descripción. Un no-muerto que otrora fue una mujer, cuya carne putrefacta está cubierta con ropas delicadas mientras un fuerte perfume trata de ocultar el olor a putrefacción.
Cantidad que aparece. Generalmente una.
Tamaño. Humanoide.
Armadura/evasión. Baja, no son buenas combatientes ni tienen grandes desfensas.
Resistencia. Alta, al ser un cadáver que no siente dolor y es capaz de regenerarse rápidamente, especialmente cuando devora.
Movimiento. El doble de rápido que un humano.
Inteligencia. Todo apunta a que alta.
Comunicación. Nula, no puede o no quiere comunicarse con los vivos.
Disposición. Trata de devorar todos los seres vivos que ve.
Violencia. Sus afilados colmillos y garras son terribles, pues es mucho más fuerte de lo que parece, pero su magia (ver peculiaridades) es mucho más peligrosa.
Enemigos. Ninguno en especial aparte de los que pueda tener el no-muerto medio.
Metas. Devorar.
Guarida. Se ocultan en torres abandonadas, castillos embrujados y húmedos recintos subterráneos.
Tesoro. Un ajuar regio, digno de su aparente nobleza.
Peculiaridades.
- La leyenda dice que solo hay nueve de ellas, todas hijas del mismo rey y maldecidas por una poderosa bruja como castigo por su vanagloria.
- Suele estar acompañada por damas no- muertas que la atienden. A menudo cazan cosas en los alrededores para que las devore. El resto del tiempo se dedican a labores, a fingir que leen, a pasear o al ajedrez.
- Goza de amplios poderes mágicos como causar miedo, ver lo invisible, anular magia a su alrededor o invocar demonios a voluntad.
- Su más horrible poder es que, si mata a un hombre, volverá a alzarse como uno de sus pretendientes cadáver, que la protegerán hasta que sus huesos se conviertan en polvo. Siempre está acompañada por un puñado de estos.
- A veces nigromantes y servidores del mal se unen a esta extraña corte.
- Devorando algo.
- Siendo peinada por sus damas.
- Trabajando en su telar.
- Paseando con toda su corte.
- Fingiendo dormir, lo que la hace parecer un verdadero cadáver.
- En un arrebato de furia, gritando y corriendo como el verdadero monstruo que es.
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