Como sabéis, cada mes el portaestandarte de mi patreon, la Esforzadísima Orden del Hacha Naranja, tiene derecho a pedirme que escriba una entrada sobre un tema en concreto. Este mes quería que escribiera sobre las virtudes de sacar una tarrasca en la primera sesión de una campaña, pero como ya escribí al respecto, me atendré al espíritu de su petición y hablaré de algo relacionado: por qué en mis tablas de encuentros aleaotrios únicos da igual el nivel de desafío.
Ya expliqué en mi tutorial para crear y usar tablas aleatorias, que en mis partidas las uso de dos tipos para los encuentros: por un lado están las calibradas, que son cortas, repetitivas destinadas a un territorio en concreto y dan una idea de verosimilitud. Y por otro lado están las tablas "planas" de encuentros únicos que son más largas, los resultados se reemplazan una vez se usan y sirven para mantener el mundo como un lugar mágico y misterioso.
Y además hay otra diferencia importante: en las tablas calibradas, los encuentros están colocados atendiendo al nivel de peligrosidad de esa área en concreto. En las tablas planas el nivel de desafío me la repanfinfla. Y hay un número de razones para ello, pero antes quiero daros un ejemplo de hasta qué extremos puede llegar el asunto.
En Matmuria, mi campaña de megawilderness, tengo una tabla de encuentros únicos con cerca de 5000 entradas. Básicamente es fruto de saquear impunemente todos los bestiarios que han caído en mis manos y uno de estos bestiarios incluye Deities & Demigods, el suplemento de AD&D que pone estadísticas a dioses de distintas mitologías. Lo cual viene a decir que, por una tirada de dados, es posible que te encuentres en el monte a Hécate con sus hechizos de nivel obsceno, sus nueve sabuesos infernales y sus dos (2) esferas de aniquilación permanentes. Es genialmente brutal. Y no es tontería, el primer encuentro que hubo en la campaña ya fue el Caballero Verde. Con provechoso resultado.
Pero diréis "Kha, todo esto es una locura" y lo es. Lo es. Pero me gusta engañarme a mí mismo pensando que hay razones para ello. Razones que, si os sentáis, os expondré en detalle. ... Sentaos.
Por una parte, no es práctico tener en cuenta los niveles de desafío al hacer una tabla de encuentros únicos, incluso si solo tiene 100 o 10 entradas. Por su propia naturaleza no puedes predecir cómo de peligrosa es el área en la que van a aparecer ni en qué momento de la curva de avance de los personajes, de modo que es esfuerzo gastado en un principio. Hay formas de contrapesar la tirada para que se ajuste más, pero eso le quita toda la gracia y es posible que los encuentros más bajos, aunque interesantes, acaben quedando obsoletos.
Por otra parte, es un recordatorio constante de que el mundo no está hecho a medida de los personajes y que no pueden esperar que todo esté equilibrado para que sea duro, pero justo y factible. A veces es bueno soltarles algo que los va a putomatar sí o sí si no tienen cuidado y eso es bueno. La versión algo más aburrida es que aparezca algo mucho más flojo que ellos, pero siempre es una buena forma de introducir algo de roleo o de sacar chicha táctica al asunto y convertir 1d8 gnolls en un comando de operaciones especiales.
Por otra parte, una buena tabla de resultados únicos debería tener muchos resultados que son incomparables. ¿Cómo vas a medir el nivel de desafío de un altar que cambia tu alineamiento si le haces una ofrenda o de un circo ambulante? No todo es combate en esta vida.
Por otra parte, aunque sé que a mucha gente no le gustan, las sorpresas pueden ser muy divertidas y tener encuentros superlocos que pasan una vez cada sesión o dos es bueno para meter a los jugadores en apuros y que vayan en direcciones que jamás hubierais anticipado. Con provechoso resultado.
Y, finalmente, siempre te sientes un poco menos mal cuando lo que te mata es un tiranosaurio con motosierras en los brazos que los 3d8 orcos que estaban de turno ese martes. Los encuentros únicos descompensados son fuente natural de muertes épicas y victorias gloriosas.
Y esas son mis razones por las que, de vez en cuando, deberíais meter algo completamente fuera de eje en vuestras partidas. Sooooolo de recordatorio. Un par de PJs muertos bastarán.
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!
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Con lo que me ha flipado "Mandy", el lisérgico film protagonizado por Nicolas Cage, creo que me voy a apuntar lo del T-Rex con motosierras en lugar de patas...
ResponderEliminarUn día normal en Khavilla.
ResponderEliminar¡Gracias por leer y comentar!
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