Un ave gigantesca. ¿Qué tendrá que ver?
Ahora un repaso desde lo acontecido en la(s) última(s) partida(s). Nos quedamos con nuestra elfa roja recién salida de una mazmorra que no había podido atravesar para llegar hasta el otro lado de las montañas. Ahora se le presentan tres opciones: seguir el escarpado camino hacia el norte y cruzar por los pasos, más corto y peligroso; ir hacia el sur, llegar a una ciudad costera y coger un barco, que era la más larga, o volver a internarse en las profundiades de Gnabudis. Como no se atrevía a volver a meterse en la Ciudad de los Muertos y llevaban a Sahir con un pie roto, decidió seguir hacia el sur.
Y ahora... ¡Encuentros aleatorios a porrillo! Primero encontraron la entrada a una cueva y decidieron acampar lejos por si acaso y no internarse. Más tarde el clima dificultó un poco el avance, un fuerte viento soplaba y amenazaba con arrojarlos desde las laderas, así que decidieron acampar y perder un día esperando a que amainase. En los días siguientes encontraron un risco desde el que podía verse un abismo lleno de joyas y tres grandes huevos... de modo que huyeron despavoridos. Más días de viaje y se encuentran con un gran obstáculo en el camino, que resulta ser un ogro haciendo guardia. Le distraen prendiendo fuego a un árbol y mientras el ogro lo mira rascándose la cabeza y explicándose qué ha pasado, una elfa roja, un hechicero cojo, un semighoul cargado de cosas y un gran felino pasan tras él. Era especialmente estúpido. Al día siguiente llegan a un poblado que parece devastado hasta los cimientos y mientras intentan largarse de ahí cuanto antes1, tres grandes ogros hacen su aparición, ¿fueron los responsables de la devastación del poblado? No se quedó a averiguarlo. Sahir les lanzó un hechizo de tercer círculo que los dejó malheridos y se largaron.
Por fin llegan a una ciudad costera. Es un hito en la vida de Dhyana, nunca ha visto una población más grande. Encuentra un barco dispuestos a llevarlos a su destino: Vedetia2, una de las mayores ciudades del mundo, donde reside el señor de Sahir. Claro que no zarpa hasta mañana, por eso deben buscar alojamiento. Tienen tres opciones: las sucias posadas de viajeros pegadas a las murallas o directamente en el arrabal, las del puerto llenas de marineros con olor a pescado y las caras y refinadas posadas del barrio alto3. Teniendo dinero, por supuesto eligió las últimas.
Allí los empleados los recibieron fríamente por venir sucios y con ropas raídas por el viaje, aunque hicieron la vista gorda al oír el tintineo del dinero. Pudieron darse un baño, aunque no dormir bien porque en la habitación de al lado había un señor que no dejaba de gritar cánticos. Por lo que supieron del posadero se trataba de un ermitaño al que había dado habitación y ahora se negaba a salir. Dhyana no hizo nada al respecto4.
Durmió como pudo y a la mañana cogió el barco. La travesía duraría unos nueve días y lo hizo puntual, aunque con un pequeño brote de enfermedad que se llevó la vida de seis marineros, aunque todo quedó en un susto porque había muerto el gato de la tripulación y paradójicamente las gatas de alimentaron de su cadáver y transmitieron toda clase de cosas.
La aventura terminó con el barco llegando a los deslumbrantes puertos de Vedetia2.
Aunque la partida se alargó un poco no fue demasiado intensa, como veis, fue sobre todo de transición para llegar al punto que nos interesaba. Ahora a ver qué le preparo para mañana... ¿Sugerencias?
Notas:
- Sí, mi novia es una cobardica. Seguramente todo lo que le había puesto por delante hubiese dado más juego de haber habido más jugadores con conciencia involucrados.
- Que no tiene nada que ver con VeneciaTM.
- Para que no digáis que soy un hereje encarrilador. Tampoco digo 'Jeová'. D'Oh!
- Qué sorpresa. Al menos no podrá quejarse de que no le pasan cosas interesantes.
Me parece que tu chica juega muy bien. Si quieres pelea deberás darla un motivo por el que luchar.
ResponderEliminarDesde luego no puedo negar que tiene claras sus prioridades. xD
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