Siempre he dicho que la alabarda es un arma con mucha personalidad. |
Es su misión y privilegio como santo socorrer de forma pronta a aquellos que más lo necesitan, por lo que es el patrón de las causas imposibles y desesperadas. Donde no cabe más que la acción de los Cielos, San Judas puede ocuparse.
Hombre santo (San Judas): aquellos que siguen a San Judas pueden intentar acometer acciones increíbles. Siempre que el personaje tenga que realizar una acción que a primera vista parece imposible que llegue a buen puerto, obtendrá un modificador de +2. La situación debe parecer realmente desesperada: "la única forma de que el ladrón consiga la gema es distraer a la hidra interponiéndote en su camino" o "solo hay una posibilidad entre un millón de que aciertes al malvado hechicero a esta distancia antes de que termine su terrible ritual" son buenos ejemplos.
San Judas a cambio pide que se difunda su culto y con él el de Cristo por todos los rincones del mundo. Allá donde vaya el personaje deberá realizar una labor evangelizadora lo mejor que pueda. Esto a menudo puede incluir a sus propios compañeros de grupo o criaturas malvadas que sin duda se comportan así por desconocer la fe en el Señor.
Podéis encontrar las reglas de hombres santos AQUÍ.
Gracias por leerme, Valmar Cerenor!
Muy buena idea la de poner a los Santos como deidades. Muy muy buena.
ResponderEliminarLa verdad es que una de las pocas pegas que le veo es que no es para todas las ambientaciones, pero aparte de eso también opino que no están mal. xD
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