Nuestro señor Cthulhu en el tigre. |
Aunque su semilla estelar y los profundos, habitantes del océano, le adoran junto a Dagón e Hydra, pocos son los humanos lo bastante desesperados para hacerlo. Aunque es sabido que ciertas tribus pervertidas del remoto norte o de los humedales de Kur-zzih aún practican profanos ritos que recuerdan tiempos en los que los primigenios caminaban sobre la tierra.
Él es el señor de los sueños, pues su poder resuena en el subconsciente de todos nosotros y algunos privilegiados pueden verlo e incluso comunicarse con él en sueños. Los que lo rechazan enloquecen, los que lo aceptan se convierten en sus hombres santos y sufren también la locura, pero la dulce locura del que no distingue la vigilia del sueño porque sabe que son lo mismo.
Todos aquellos que lo sirven preparan y esperan su retorno, pues saben que entonces obtendrán su más preciada recompensa. Debilitan a sus enemigos y refuerzan a sus aliados (aunque unos y otros no lo sean conscientemente), dedican ritos a mantenerlo en su vigilia onírica y algunos incluso buscan R'lyeh en las profundidades marinas para despertarlo directamente de su sueño y será entonces cuando ocurra: si Cthulhu sueña la vigilia, despertará en un sueño en el que todos los que le han servido serán inmensamente felices bajo su sombra.
Hombre santo (Cthulhu): un hombre santo de Cthulhu tiene un +1 en las tiradas de magia para realizar hechizos que modifiquen las normas comunes del espacio y el tiempo (Paseo aéreo, Usar puerta lunar...) y que destruyen la diferencia entre sueño y realidad.
Pero el hombre santo se comunicará a menudo mientras duerme con su señor, que le dará órdenes más o menos precisas sobre acciones que de alguna manera sirven a sus fines o precipitarán su despertar. El hombre santo puede postergarlas, pero no desoírlas, o la voz de Cthulhu se hará cada vez más terrible, impidiendo al traidor descansar.
Podéis encontrar las reglas de hombres santos AQUÍ.
Gracias por leerme, Valmar Cerenor!
Muy chulo. :)
ResponderEliminarYa era hora de que aparecieran estos dioses.
Cthulhu hasta en la sopa. Lo cual no me parece mal.
ResponderEliminar@Rodrigo: siempre dan un saborcillo especial. Ser un hombre santo de una deidad de más allá de las estrellas tiene que ser enloquecedor.
ResponderEliminar@Nirkhuz: no te oí quejarte cuando vino Hécate y eso que hay muchas más manifestaciones artísticas que representan dioses helenos que de los Mythos. ¿Doble rasero quizá?