Un tumblr que está bastante bien entre los muchos que se dedican a acumular imágenes de fantasía como si no hubiese mañana es Meanwhile Back in The Dungeon... (ya de paso os lo recomiendo, qué coño). Hoy precisamente vengo a hablaros de algo que ha posteado hace relativamente poco: esto, concretamente.
La imagen (
) es obra de maese Beyit (Kerem Beyit para los amigos) y, como parece ser su costumbre, está muy lograda técnicamente. Pero lo que a mí me falla es el concepto.
Echemos un ojo al texto que acompaña la imagen en Meanwhile Back in The Dungeon..., que cutraduzco a continuación:
Desde luego es una gran idea y, si no recuerdo mal, arraigada en Dungeons & Dragons al menos desde el Monster Manual de AD&D (además de ser una grandísima idea para "Bookhounds of Vornheim"). Sí, me gusta mucho, lo que no me gusta es cómo se representa aquí.
Empecemos por el principio: ¿por qué ese dragón es tan pequeño? Es lo suficiente como para manejar libros humanos, así que por escala, no debe ser mucho mucho más alto que uno en esa postura. También puede que sea muy grande y los libros estén a su escala, ¿pero de dónde ha sacado libros tan grandes? ¿Los ha fabricado él? Eso mata el ambiente incluso más. Y paradme antes de caiga en un ciclo infinito de preguntas retóricas sobre por qué demonios iba un dragón a necesitar velas.
Creo que el principal problema es exceso de humanización. Los dragones son bestias salvajes y terribles, pero al mismo tiempo han vivido y saben mucho más que los humanos. Esa combinación los hace aún peores y más magníficos, pero al dragón de esta imagen se le ha arrebatado lo primero.
De ahí surge la gran pregunta (la del título era una trampa): ¿cómo haría una bestia con alas tan grandes como caravelas un libro de hechizos? Probablemente con sus propias garras en la roca de cavernas enormes, de laderas de montañas o de desiertos rocosos y llanos, añadiendo la dificultad de que solo podría leerse volando. Probablemente ni siquiera usarían una escritura fácilmente comprensible para otros dragones, mucho menos para humanos, mezclando todo tipo de símbolos en complejos patrones casi indescifrables; quizá añadiendo a todo rocas especialmente esculpidas y elementos similares, de modo que todo llegase a parecerse a un jardín zen XXL. Quizá quemarían bosques de forma controlada para que los contornos formasen los símbolos, quizá modificarían el curso de los ríos con ese fin.
No es demasiado cómodo, pero recordemos una cosa: los dragones son muy soberbios, los hechiceros son muy soberbios, los dragones hechiceros deben hacer palidecer a Satanás en ese aspecto. Probablemente están tan seguros de sí mismos que no les importa que todo su territorio sea un enorme grimorio.
Además sería impresionante ver cómo afecta todo eso al lugar donde habita o una vez habitó un dragón. Porque incluso a los dragones les llega su hora y puede que los que se queden después con sus tierras no tengan el mismo respeto por las artes arcanas, pervirtiendo o destruyendo los conjuros. Quizá algunos teman o adoren los conjuros ciclópeos de los dragones. Quizá otros quieran destruirlos para librar al mundo de su oscuro poder. Quizá grandes hechiceros harían marchar ejércitos solo para conquistar una región donde hubiese un conjuro de dragón.
Mucho mejor que un dragón ratón de biblioteca.
Gracias por leerme. Valmar Cerernor!
Se sabe que algunos dragones estudian las Artes Arcanas durante años, confeccionando sus propios grimorios, que eruditos mágicos de todo tipo buscan en gran manera.
Desde luego es una gran idea y, si no recuerdo mal, arraigada en Dungeons & Dragons al menos desde el Monster Manual de AD&D (además de ser una grandísima idea para "Bookhounds of Vornheim"). Sí, me gusta mucho, lo que no me gusta es cómo se representa aquí.
Empecemos por el principio: ¿por qué ese dragón es tan pequeño? Es lo suficiente como para manejar libros humanos, así que por escala, no debe ser mucho mucho más alto que uno en esa postura. También puede que sea muy grande y los libros estén a su escala, ¿pero de dónde ha sacado libros tan grandes? ¿Los ha fabricado él? Eso mata el ambiente incluso más. Y paradme antes de caiga en un ciclo infinito de preguntas retóricas sobre por qué demonios iba un dragón a necesitar velas.
Creo que el principal problema es exceso de humanización. Los dragones son bestias salvajes y terribles, pero al mismo tiempo han vivido y saben mucho más que los humanos. Esa combinación los hace aún peores y más magníficos, pero al dragón de esta imagen se le ha arrebatado lo primero.
De ahí surge la gran pregunta (la del título era una trampa): ¿cómo haría una bestia con alas tan grandes como caravelas un libro de hechizos? Probablemente con sus propias garras en la roca de cavernas enormes, de laderas de montañas o de desiertos rocosos y llanos, añadiendo la dificultad de que solo podría leerse volando. Probablemente ni siquiera usarían una escritura fácilmente comprensible para otros dragones, mucho menos para humanos, mezclando todo tipo de símbolos en complejos patrones casi indescifrables; quizá añadiendo a todo rocas especialmente esculpidas y elementos similares, de modo que todo llegase a parecerse a un jardín zen XXL. Quizá quemarían bosques de forma controlada para que los contornos formasen los símbolos, quizá modificarían el curso de los ríos con ese fin.
No es demasiado cómodo, pero recordemos una cosa: los dragones son muy soberbios, los hechiceros son muy soberbios, los dragones hechiceros deben hacer palidecer a Satanás en ese aspecto. Probablemente están tan seguros de sí mismos que no les importa que todo su territorio sea un enorme grimorio.
Además sería impresionante ver cómo afecta todo eso al lugar donde habita o una vez habitó un dragón. Porque incluso a los dragones les llega su hora y puede que los que se queden después con sus tierras no tengan el mismo respeto por las artes arcanas, pervirtiendo o destruyendo los conjuros. Quizá algunos teman o adoren los conjuros ciclópeos de los dragones. Quizá otros quieran destruirlos para librar al mundo de su oscuro poder. Quizá grandes hechiceros harían marchar ejércitos solo para conquistar una región donde hubiese un conjuro de dragón.
Mucho mejor que un dragón ratón de biblioteca.
Gracias por leerme. Valmar Cerernor!