Parece que dos meses es la separación ideal para los actual play de
Sukero City, así que no lucharé contra ello y me limitaré a escribirlos.
Empecemos con un breve recordatorio de los personajes de este melodrama.
- Catherine Yamada. También conocida como Ame Miracle, chica
mágica / imán de rarezas. Quiere ser ingeniera y librarse del paraguas
mágico que la obliga a ser chica mágica. Ahora tiene un uniforme escolar que habla llamado Natsuki. Su mejor amiga es Valerie.
- Boos Yahveh. Mindrunner / feral. Sí, es una chica gato. Se
crió en la calle, pero la recogieron en la academia Gardenview por sus
poderes y es nueva. Le gusta tocar el violín para asustar a la gente.
- Satoshi Richards. También conocido como Ultrafighter. Chico
mágico / Artista marcial. No sabe qué hacer con su vida y nadie tiene
muy claro qué estudia en la universidad. Ser justiciero no parece mala
idea, especialmente porque el fantasma de su abuelo no lo deja tranquilo
al respecto.
- Quyst. Una chica extraterrestre a la que le encanta comer gente.
Y volviendo a la materia,
como recordaréis, Aoi, antigua pejota, cayó víctima de los anubianos en el cementerio metropolitano de Pork y hoy al fin es el entierro. De modo que después de los últimos eventos de la entrada anterior, Cath y Satoshi se pusieron guapos y acudieron al entierro que, por suerte, se celebraba en un cementerio distinto.
Allí intentaron pasar desapercibidos, pero una de las hermanas de Aoi (¿dije ya que tiene un montón? Pues las tiene) intenta advertirles de que la difunta estaba intentando infiltrarse en un culto de brujas ciberwiccanas y que quizá por ello la asesinaron. Y les ruega que lo investiguen para que se sepa la verdad.
Pero Cath y Satoshi no pueden con la presión y deciden contarle todo lo que ocurrió en realidad.
Por otra parte Boos también se hallaba por los alrededores, intentando ponerse en contacto con Marianne Lang, la jefa de estudios de Gardenview, para averiguar algo sobre su pasado. Un entierro no parece ser el mejor sitio para hacerlo, pero, eh, la semana se acaba y hay que cumplir los objetivos.
Lang no pareció darle demasiada importancia, en cualquier caso, después de que Boos destrozara la tirada de reacción. De modo que le buscó su infomación en los archivos digitales del Comité, pero resultó que ni ella tenía las credenciales necesarias para acceder a ella. Así que Boos tuvo que conformarse con un poco de hacking para averiguar quién era el tipo que había cerrado sus datos.
Pero en el otro extremo del cementerio, la hermana mayor de Aoi encuentra a Catherine y a Satoshi y empieza a montarles un pollo acusándoles de ser, si no los verdaderos asesinos de Aoi, sí probablemente culpables indirectos, de modo que ellos deciden irse antes de que los siga imprecando.
A la salida saludan a Boos, a quien solo conocen de vista, pero eso es suficiente para que la hermana de Aoi tenga la idea de pagar a la chica gato para que investigue a esos dos y busque pruebas de su implicación en lo ocurrido.
Y así comienza un hermoso sábado, bueno, algo nublado. Nada raro para ser abril.
Satoshi aprovecha la ausencia de clases para quedarse en casa ayudando en la tienda familiar, hablando con el fantasma de su abuelo sobre cómo la juventud está echada a perder y buscando datos sobre los aquelarres de Sukero para intentar encontrar a la bruja que "bendijo" al pobre Hideo haciendo que todas las chicas lo persigan. Decide ir a uno que se celebra el jueves en la playa.
Por otra parte, Boos decide que ahora puede decir a Cath y a Satoshi que la han contratado y usarlo a su favor para jugar a dos bandas, con lo que decide ir a casa de Catherine para decírselo. Obviamente la revelación no hace ni la más mínima gracia a la weirdness magnet.
Claro que Boos no va a darse por vencida, pero cuando está a punto de hackear el telefonillo nota que alguien llama su atención. Resultan no ser otros que miembros de la inquisición católica en Sukero (gracias, tablas aleatorias), quienes le piden amablemente que vaya con ellos.
Ella por supuesto... escapa a toda prisa escalando la fachada. Después de que no consigan atraparla usando los látigos que llevan con ellos, los inquisidores la persiguen entrando ellos mismos en el edificio.
Boos llega al balcón del piso de Cath en el primer piso, pero antes de que pueda entrar ella, lo hacen los inquisidores misteriosamente por la puerta, de modo que decide seguir trepando.
Desde el balcón del segundo piso puede ver a un hombre en calzoncillos viendo la tele mientras come judías directamente de la lata, así que... Eh... Sigue trepando.
En el tercer piso, que está tapiado, ya ha cogido bastante ventaja sobre los inquisidores, así que le da tiempo a adoptar su forma de gata con dolor y gritos incluidos y termina de ascender hasta la azotea con intención de perderlos entre los tejados. Donde, sin embargo, se encuentra cara a cara con uno de ellos, que se ha adelantado para esperarla.
Para añadir dramatismo a la situación Cath usa su exasperación de weirdness magnet, de forma que puede cambiar de forma general el clima y hace que llueva. Para calmarse un tanto, llama a su amiga Valerie para decirle que, aunque ni le viene ni le va, como la sigan liando va a tener que sacar el dolor.
Y esto está sacado directamente de la conversación. Boos estaba a punto de escapar del inquisidor.
"But alas. Mientras Cath está hablando por teléfono empieza a oír golpes en el piso de arriba y el corredor. Entonces, antes de que [Boos] empieces a correr, la puerta que conecta con las escaleras de la terraza se abre de golpe y aparece el cuerpo muerto del otro inquisidor, horriblemente contorsionado por una especie de tentáculo magenta. No es exactamente como un tentáculo de pulpo. Es como una gelatina muy sólida y opaca. Cath ve al tipo en calzoncillos saltar por su balcón de puro pánico".
Alguien ha liberado cosas con las que el hombre no debería jugar, es hora de salir pitando.
Cath, viendo la gravedad de la situación, se transforma en Ame Miracle y coge lo más importante: el chisme en el que estaba trabajando, Natsuki (su uniforme parlante) y su gata Chispas. Por desgracia lo que ve al abrir la puerta es cómo todo el corredor está cubierto de la cosa magenta y probablemente intentar salir por ahí sería jugársela demasiado.
Entonces recordó (flashback, bonificador cinemático) cómo su madre le explicó que la lejía es de lo mejor para matar; así que cogió toda la que tenía en casa y la hizo caer con sus poderes de chica mágica de lluvia sobre la cosa magenta, que reculó lo suficiente para que pudiera salir por patas sin demasiado riesgo.
En la terraza, Boos se ocultó mientras el otro inquisidor moría heroicamente al hacer frente a la cosa magenta. La gata se fue, no sin antes jugarse un poco el pellejo para coger la llave dorada que había caído del cuello del inquisidor mientras moría entre gritos y crujidos.
Y así pasamos al domingo. Nos ha llevado un buen rato alcanzarlo, pero está valiendo la pena.
Cath pasó la noche en casa de Valerie y la madre de esta está convencida de que están liadas. Lo que peor le parece es que Catherine no sea escocesa.
Boos aprovecha la mañana para colarse en los servidores de la inquisición en Sukero para quitarse de su lista negra y, hala, a otra cosa.
Entre tanto, Catherine y Valerie van al edificio de aquella a ver qué demonios va a pasar con la cosa magenta. Sorpresa: sigue ahí. La policía ha evacuado a todo el mundo y acordonado a la espera de que lleguen los de control de plagas. Catherine está especialmente preocupada por la escobilla de wáter que le legó su madre.
Para moderado alivio suyo, llegan los de control de plagas. Que consisten en dos personas con sus monos y su forgoneta. El jefe es un tipo alto, delgado y un tanto excéntrico al que le encanta la criatura y no quiere hacerle nada que no sea esperar a que salga por su propio pie. Intenta abrazarla aunque intente matarlo y de hecho esto último le hace bastante gracia. La otra es una chica con gafas que no ha abierto aún la boca.
Entre tanto Satoshi está en casa haciendo cosas de Satoshi cuando su madre lo llama para decirle que unos amigos lo están esperando. Esos amigos resultan no ser otros que los Ngô, el clan de mafiosos vietnamitas al que derrotaron en su momento, que parece haber escapado de alguna forma de la policía y averiguado que Satoshi podría saber quién es Ultrafighter.
Tras llevarlo a un callejón y amenazarlo un poco (al gritar su líder "Chung, las hormigas" uno de ellos sacó una de esas granjas de plástico transparente por las que se las puede ver trabajar), Satoshi accede a entregarles en bandeja a Ultrafighter... dándoles subrepticiamente como lugar y hora de encuentro el aquelarre al que van a acudir el jueves.
Ya que están los tres quedan para verse el martes y ponerse de acuerdo sobre qué hacer con la hermana de Aoi.
Valerie y Catherine, por su parte, vuelven a casa, donde se encuentran con Quyst, que ha venido a devolver flechas de airsoft a Val. Sí, juega con un arco y una claymore de goma.
Le cuentan su problema a la alienígena y resulta que el bicho es, en sus palabras, "un gevu" y procede de su planeta. Además, al estar consagrado a su dios de la guerra !ax-naoh, es alérgico a cosas monas como peluches. Intentan decidir una buena forma de conseguirlos como robar una juguetería, abrir una brecha al plano del caos del azúcar, las flores y las cosas bonitas, o ir a las alcantarillas a hablar con la comuna de peluches fugados que vive por ahí.
Nada de esto termina de convencer a Cath, de modo que deciden preguntar a la familia de Quyst y, quien más parece saber del tema es su difunto abuelo. Por suerte, cuando su especie muere por causas naturales, forman una crisálida que contiene su mente y recuerdos, así que solo es necesario meditar frente a la de su abuela en su santuario.
Pero tuvimos que dejarlo antes de que salieran para allá. Ya os contaré cómo fue todo. Ya que estamos, si leéis esto con frecuencia, ¿os mola este formato de uno largo cada dos meses o así o preferiríais uno más corto cada semana o dos semanas después de las sesiones?
Gracias por leerme.
Valmar Cerenor!
PD: recordad que hablamos periódicamente de cómo avanza Sukero City en el
blog de Monifate, dadle al enlace.