En Ablaneda los santos velan por la salvación de las almas y el bien terrenal de las buenas gentes del Condado, pero no se andan con chiquitas. Faltarles al respeto o desobedecer sus designios puede tener consecuencias que solo pueden describirse como brutales pues «una enfermedad grave requiere medicamentos rigurosos».
Un pastor puede haber tenido una visión de la Virgen ordenándole que avise de que en ese lugar se hallan reliquias de los cuerpos de santos y que se debe construir un monasterio y una iglesia en el lugar. Al no hacerlo, días más tarde la Virgen vuelve a aparecerse acompañada de varios monjes, a los que ordena den una soberana paliza a Pedro por haber faltado a su función.
Esta clase de castigos no son infrecuentes y pueden dar quebraderos de cabeza a los ronderos.
- Quizá un abad desee abandonar el monasterio para partir de viaje, pero un extraño se lo impida cada vez con una paliza para que no abandone sus responsabilidades. Este extraño podría no ser otro que el propio san Pedro.
- Una monja puede parecer poseída al despertar con golpes y magulladuras cuando es Nuestra Señora quien le da de bofetadas para curarla del deseo que siente hacia un sacerdote.
- ¿Estaba la cruz que atacó a un sacristán en su dormitorio endemoniada o fue algún tipo de señal?
- Un cura ha de abordar al obispo con un recado para un desconocido: este se ha aparecido ante él tres veces, fustigándolo con saña la tercera y diciéndole que si no acude en tres días, la cuarta vez será mortal. Parece que necesitará una buena escolta si ha de llegar lo bastante rápido.
Estas ideas, por cierto, están basadas en anécdotas recogidas en el libro La España Extraña, al final del capítulo 2.
Gracias por leerme. Valmar Cerenor!
Ah, y he aquí un mensaje del Gran Maestre de la Orden del Hacha Naranja:
Únete hoy a a la Esforzadísima Orden del Hacha Naranja y apoya Un Paladín en el Infierno en Patreon.
Únete hoy a a la Esforzadísima Orden del Hacha Naranja y apoya Un Paladín en el Infierno en Patreon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Una limosna para la cruzada: